Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 31 de mayo de 2025


Cuando se hubo vestido subió a la terraza del Casino para pasearse; Huberto se aproximó a ella y le dijo: ¿Me permite usted quedarme un momento a su lado? La he visto venir desde lejos; para es un placer verla caminar. Son muy pocas las mujeres que saben moverse con gracia; es un verdadero signo de raza.

Luego de saludar Canterac ceremoniosamente desde lejos á su adversario y á los padrinos de éste, empezó á pasearse por la orilla del río. Fingía divertirse siguiendo con sus ojos el revuelo de los pájaros matinales ó arrojando piedras á la corriente. El contratista, que deseaba no ser menos que él, imitándole en todo, se paseó también junto á los sauces, mirando al río.

Porque el misticismo es una flor que se alimenta por una parte con savia de la tierra y por la otra con rocío del cielo. Durante las horas de estudio pedía permiso para pasearse a solas por el claustro. La vieja arcada colonial circundaba todo el jardín. En la fachada blanca de los arcos se abrían grietas revestidas de musgo; interiormente la bóveda, muy baja, comunicaba una impresión de sepulcro.

Después se encasquetaban el sombrero de pieles, pesada mole, cuyo objeto nunca me pude explicar, y luego iban a sus puestos si tenían que hacer guardia, o a pasearse por el combés si estaban libres de servicio. Los marineros no usaban aquel ridículo apéndice capilar, y su sencillo traje me parece que no se ha modificado mucho desde aquella fecha.

Después de separarse del médico, el capitán del buque con destino á Brístol empezó á pasearse lentamente por la plaza del mercado, hasta que, acercándose por casualidad al sitio en que estaba Ester, pareció reconocerla y no vaciló en dirigirle la palabra.

Su mismo marido, el gran Capitan Toringoy, trasformacion del nombre Domingo, el más feliz del arrabal, sin más ocupaciones que la de vestirse bien, comer, pasearse y charlar mientras toda su familia trabaja y se afana, no se iba á la tertulia, escuchando entre medroso y emocionado las horripilantes noticias del delgaducho Chichoy. Y no había para menos.

Mientras que Kernok expresaba tan libremente su escepticismo, la vieja había estudiado las líneas que cruzaban la palma de su mano. Entonces fijó sobre él sus ojos grises y penetrantes, después aproximó su dedo descarnado a la frente de Kernok, que se estremeció sintiendo la uña de la bruja pasearse sobre las arrugas que se dibujaban entre sus cejas.

Con estos sentimientos, el estudiante decidió no apartarse de la casa para esperar á que entrara, si estaba fuera, ó cogerle al salir, si estaba dentro. Pasó á la acera de enfrente y empezó á pasearse, resuelto á no abandonar su puesto en toda la noche, esperando con la inquebrantable paciencia que da el deseo de venganza. Las diez serían cuando Lázaro vió que salían de la casa tres personas.

¡Y qué grato es el pasearse por ellas en los hermosos días de la estación de las flores bajo un cielo purísimo, respirando la atmósfera embalsamada, mientras la brisa suave mece con dulce murmullo las hojas de los árboles!...

Menos suntuosos por la exuberancia del verdor y la prodigiosa multitud de flores, son, sin embargo, los pastos altos más agradables que las praderas bajas; más íntima y benigna es la alegría de sus masas de verdor. Es más grato pasearse por la corta hierba y entrar en conocimiento con las flores que brotan á millares de la alfombra verde. Incomparable es el brillo de sus corolas.

Palabra del Dia

irrascible

Otros Mirando