Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 24 de junio de 2025
Alentada por mi sincera curiosidad, me dijo que poco a poco había abandonado lo que imaginaba ser debilidades de su primera educación, pero notaba que perdía sus ya escasas fuerzas en esta nueva situación.
Tan violento fue que el conde Enrique se llenó de miedo, llamó al aya e hizo que trajesen a Poldy una taza de tila. Cuando al fin se calmó Poldy, y cuando pasó su risa insana, empezó a suspirar y a sollozar, y derramó un mar de lágrimas. Todavía se notaba en ella un raro movimiento nervioso.
Es vino de la Rioja solían decir en broma, al llegar a los pueblos golpeando los toneles, y el alcalde y el secretario cómplices los dejaban pasar. También solían cargar en carros, que cubrían de tejas, plomo en lingotes, que había de servir para fundir balas. La alusión a la guerra próxima se notaba en una porción de indicios y señales.
Es usted joven aún y muy bella.... Pero mi madre tenía la tez más fresca a pesar de llevarle algunos años. Su cutis era terso como el raso. En los ojos no se notaba cansancio alguno. Parecían los de un niño.... Es natural. La vida de mamá fué suave y tranquila. Ni su cuerpo ni su alma se habían gastado.
Cuando se enfadaba con los empleados de su casa, lo cual sucedía a menudo, y notaba que se ofendían con sus palabrotas injuriosas, solía decirles gritando como un energúmeno: ¿Sabéis, f...., cómo he llegado yo a tener dinero?... Pues recibiendo muchas patadas en el trasero. Sólo a fuerza de puntapiés se logra subir arriba. ¿Estamos?
La Marquesa sabía que en su casa se enamoraban los jóvenes un poco a lo vivo. A veces, mientras leía, notaba que alguien abría la puerta con gran cuidado, sin ruido, por no distraerla; levantaba los ojos; faltaba Fulanito: bueno. Volvía a notar lo mismo, volvía a mirar, faltaba Fulanita, bueno ¿y qué? Seguía leyendo.
¡Oh, gentleman! suspiró con acento de reproche . ¿Por qué me ha dado ese susto?... ¡Yo que le amo tanto! A pesar de este tono de queja, se notaba en su voz y en sus ojos una expresión adorativa, como si estuviese dispuesta á sufrir nuevos terrores á cambio de contemplar la majestuosa autoridad que ejercía su amigo sobre una selva donde habían temblado de emoción tantos cazadores valerosos.
Un día, una vieja criada de casa de Ohando, chismosa y murmuradora, fué a buscarle y le contó que la Ignacia, su hermana, coqueteaba con Carlos, el señorito de Ohando. Si doña Águeda lo notaba iba a despedir a la Ignacia, con lo cual el escándalo dejaría a la muchacha en una mala situación. Martín, al saberlo, sintió deseos de presentarse a Carlos y de insultarle y desafiarle.
Las dos viejas, que volvían la espalda al segundo grupo, no veían nada; pero Lázaro, que estaba de frente, notaba la expresión atentamente curiosa y fascinadora de aquellos dos ojos, y se preguntaba qué podía haber en su fisonomía y en su persona que pudiera excitar la curiosidad infatigable de aquella señora.
Y su acento humilde parecía excusarse de este cariño, pedir perdón á la esposa por un afecto superior á su voluntad. Se notaba en él la abdicación del marido que vuelve hacia su mujer con el peso de una falta y teme á cada momento que le recuerde su pasado. Apareció Pepita en la puerta haciendo señas misteriosas á su madre y ésta la siguió fuera del despacho.
Palabra del Dia
Otros Mirando