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Actualizado: 5 de junio de 2025
-Eso no -dijeron ellos-; el dinero se dé al depósito, y vistámosle de lo reservado. Luego señalémosle su diócesis en el pueblo adonde él solo busque y apolille. Parecióme bien; deposité el dinero y en un instante, de la sotanilla me hicieron ropilla de luto de paño, y acortando el herreruelo quedó bueno.
Arrodillada en el suelo vió á Alicia, absorta por la sorpresa, mostrando las sinuosas líneas de su dorso bajo las ropas de luto, olvidada de todo lo que existía en torno de ella, fijos sus ojos en aquel hombre que minutos antes marchaba á su lado hablando, sonriendo, convencido de que la vida es una felicidad, y ahora estaba tendido en el polvo, anguloso y flácido, como una pobre cosa que se vacía entre estertores.
Ya todo ha concluido, ahora te vienes conmigo y mañana fuera el luto. Y subimos al cupé, que rompió la marcha por entre los numerosos carruajes apostados en las extensas avenidas del cementerio. Eran las 4 de la tarde; el tiempo era espléndido; el cielo, azul y sin nubes, se reflejaba en el pedazo de río que se alcanza a ver desde la barranca de la Recoleta.
El Rey entró el 1.º en Zaragoza en la semana de ramos, acompañado de los oficiales de su casa y señores de su corte: llevaba luto por su padre D. Jaime 2.º, pero ordenó, que el sábado santo despues de gloria se lo quitasen todos, se afeitasen las barbas, y se arreglasen muy de propósito para la fiesta.
Se sorprendió un poco el español al ver entrar á Torrebianca vestido con un traje negro de ciudad y una corbata de luto, pero todo cubierto de polvo, de tal modo que sus ropas parecían grises y su cabeza y sus bigotes completamente blancos. Vengo de Fuerte Sarmiento, de enterrar al pobre Pirovani... Me ha traído Moreno en su coche. Le invitó Robledo á sentarse á la mesa.
Durante muchos días no nombró a su mujer, hasta que una noche, yendo de paseo con Juan Pablo por las calles, se paró y le dijo: «¿Me quieres hacer creer que se ha muerto?... ¡Qué tontería! En ese caso, ¿por qué no nos vestimos de luto?». ¡Qué atrasado de noticias estás! ¿No sabes que hay ahora una ley prohibiendo el luto? ¡Una ley prohibiendo el luto!
Pero, con un poco de paciencia y de silencio, el período del luto habría pasado; y el amor, que hubiera sido hasta entonces un crimen, sería después un deber. »Nos comprendíamos sin hablar, y nuestros días pasaban en una dulce tranquilidad, en una dicha sin nombre; mis temores, mis inquietudes, mis antiguas desconfianzas, todo había desaparecido.
Saliendo del camino y tomando la dirección de aquellos canastillos de verdura, se divisa primero un roto torreón, cuyas grietas son otras tantas macetas en que la potente vegetación de los trópicos encuentra vida y alimento. Más cerca, los grupos de follaje descubren las antiguas ruinas de tres edificios. Las retorcidas ramas de los baletes ocultan los restos de una noche de luto y de lágrimas.
Don Pedro, que ignora la causa de este nombramiento, cree que Don Fadrique desea tan sólo alejarse del Rey, y resuelve también vengarse acusándolo de haber dado muerte á su hermano, impulsado por los celos. Doña Ana, vestida de luto, se presenta al Rey y le pide justicia contra el fautor de su deshonra.
En este año se trajo en procesion á la catedral una reliquia de S. Zoilo á 17 de junio. El obispo mandó hacer para ella un relicario de gran riqueza. Se mantuvo en la catedral hasta el 14 de abril de 1714, en que se llevó á la iglesia de S. Miguel. Hubo en este año algunos dias de luto en los cuales se consideró perdido el reino con los grandes progresos que volvió á hacer el enemigo.
Palabra del Dia
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