United States or Switzerland ? Vote for the TOP Country of the Week !


Durante muchos días no nombró a su mujer, hasta que una noche, yendo de paseo con Juan Pablo por las calles, se paró y le dijo: «¿Me quieres hacer creer que se ha muerto?... ¡Qué tontería! En ese caso, ¿por qué no nos vestimos de luto?». ¡Qué atrasado de noticias estás! ¿No sabes que hay ahora una ley prohibiendo el luto? ¡Una ley prohibiendo el luto!

Con uno vivía el ingeniero ese del chirlo, en su pueblo de usted: los vimos juntos Neluco y yo al pasar por él, yendo a Provedaño. En buena justicia, tenían los tres más que merecido el palo, en el que hubieran muerto a no morir de ese otro modo. Conque ya ve usted si tengo hasta motivo, por lo que a mis parientes toca, para alegrarme de que hayan acabado así, como cualquier hombre de bien.

Fue el golpe de gracia, porque con él se desplomó la fiera patas arriba, yendo a caer su cabeza sobre el pescuezo de la osa, donde le arranqué, con otro tiro de mi revólver, el último aliento de vida que le quedaba.

En un salón encontró á Momaren, que acababa de despojarse de la vestidura de gran ceremonia, yendo simplemente con su toga de diario y el gorro de doctor. Este gorro, en vez de una borla llevaba cuatro, para dar á entender la magnitud sin límites de su sabiduría. Al ver á Flimnap sonrió protectoramente. Los altos señores del gobierno dijo están muy satisfechos de su discreción y su cordura.

Los errores, las culpas y faltas de aquellos últimos meses, se desvanecían ante el recuerdo de los mimos de la infancia, las caricias de la juventud y los cuidados de siempre. De pronto se abrió la puerta de cristales, que daba a la ronda, y entró Millán, yendo a sentarse junto a su amigo. Venía mal encarado, con los ojos aún abrillantados por la ira. ¿Qué ha sucedido? ¿La has visto?

Al bosque yendo un dia desganado, Muy falto de consuelo y de alegria, Encontré con un fraile muy honrado, Fray Alonso La-Torre se decia. De letras y virtud era dotado, A su Padre Seráfico servia: Preguntándole yo ¿Qué estais haciendo? Al punto este me dice respondiendo.

Al mismo fraile, "otras veces yendo de oración a la iglesia, los demonios le cogían y sacaban de ella, y le arrojaban por el aire tan alto, que pasando por encima de los techos de la sala Capitular, la cual divide el primer claustro del segundo, venía a caer en este.

Carmen era más vehemente en sus peticiones, no usando de los eufemismos del apoderado. Debía retirarse en seguida; debía «cortarse la coleta», como decían los de su oficio, yendo a pasar la vida tranquilamente en La Rinconada o en la casa de Sevilla con los de su familia, que eran los únicos que le querían de veras.

Os ruego, señor dijo el padre Aliaga , que mandéis al tío Manolillo avise al sumiller que no deje pasar á nadie, absolutamente á nadie, ni aun al mismo duque de Lerma. Ya lo oyes, obedece dijo el rey. ¿Qué será esto? dijo el tío Manolillo yendo hacia la puerta ¡apoderado de ese imbécil el padre Aliaga, y en consejo conmigo! ¿qué querrán? ¿sabrán algo? ¡veremos!

¡Ah, señor, señor! exclamó Montiño, cayendo de rodillas á los pies del duque . ¡Esto sólo me faltaba! Y oye añadió el duque soltando á Montiño y yendo á la mesa y escribiendo y trayendo después el papel escrito á Montiño , si me respondes con verdad y lo que me dices vale la pena, te doy este vale para que al presentárselo te pague mi tesorero mil ducados.