Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 29 de junio de 2025
Yendo aseada y limpia, limpia de alma y cuerpo, mírate al espejo sin cuidado; mírate cuando quieras; la mirada ingénua de la que obra bien llenará tu pecho de alegría.
Yendo de esta suerte de un pueblo á otro, llovió una noche tanto, que otro día nos dijo que, pues no había más de una legua pequeña hasta donde iba, que hiciésemos una silla de manos y que entre los dos llevásemos á su mujer; y él y otros dos que había, llevarían el hato de la comedia, y el muchacho el tamboril y otras zarandajas.
Marido o amante, todo le era igual en aquel momento de ira: lo que le importaba era rendir al Conde, conseguir que no fuese de doña Beatriz, lograr que aquella mujer se viese abandonada. A pesar de su culto a doña Beatriz, el Condesito seguía yendo a teatros, paseos y reuniones aristocráticas. En dichos puntos siempre encontraba a Elisa.
Y lo enrolló tanto y tanto, y lo desenrollaba con tal violencia, que yendo rápidamente de una mano a la otra, el lindo pañuelo parecía una víbora, una de esas víboras blancas que se ven en la costa yucateca.
¡Martín! ¡Martín! le dijo sollozando . Me han asegurado que quieres ir con el ejército a subir a Peñaplata. ¿Yo? Sí. Es verdad. ¿Y eso te asusta? No vayas. Te van a matar, Martín. ¡No vayas! ¡Por nuestro hijo! ¡Por mí! Bah, ¡tonterías! ¿Que miedo puedes tener? Si he estado otras veces solo, ¿qué me va a pasar, yendo en compañía de tanta gente? Sí, pero ahora no vayas, Martín.
Yendo al reducido mundo exterior con que estaba en relaciones y regresando á su morada, y siempre solitaria en esos paseos, creyó Ester, ó se imaginó creer, que la letra escarlata la había dotado de un nuevo sentido. Se estremecía al pensar, y no podía menos de pensar así, que aquella le proporcionaba una especie de conocimiento intuitivo de las culpas secretas de otras almas.
Los buques de vela tenían que esperar á veces meses enteros un viento fuerte que les ayudase á vencer la impetuosa boca del estrecho. Eso lo sé muy bien dijo Tòni . Una vez, yendo á Cuba, estuvimos á la vista de Gibraltar más de cincuenta días, adelantando y perdiendo camino, hasta que un viento favorable nos hizo vencer la corriente y salir al mar grande.
Yendo, pues, desta manera, se le ofreció a la vista un pequeño barco sin remos ni otras jarcias algunas, que estaba atado en la orilla a un tronco de un árbol que en la ribera estaba.
Aqueste Caytuá es comarcano Al pueblo Santa Fé, y muy vecino: Garay le trata bien como á su hermano, Y así con gran contento con él vino. El cacique no anduvo paso en vano, Que yendo á los Beguaes de camino, Cuatro cristianos trajo rescatados Por anzuelos y espejos muy quebrados. De aquí salió Garay: con el navio, Que está de la otra banda, se ha juntado.
Será, pues, necesario que te presentes con cara de contricción y de inquietud, que pidas hablar en secreto con la señorita Guichard y que cuentes que te he sorprendido yendo á su casa y que ha habido entre los dos una escena violenta, cuya conclusión ha sido este ultimátum formulado por mí: romper toda relación con mi enemiga ó abandonar mi casa. ¡Cómo! ¿Será preciso abandonar á usted?
Palabra del Dia
Otros Mirando