Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 18 de junio de 2025
Edwin, empuñando otra vez sus remos, procuró salir rápidamente del puerto. Nada le quedaba que hacer en él. Pero fuera de su boca le salió al encuentro un obstáculo inesperado. La escuadra del Sol Naciente había zarpado días antes, lo mismo que las flotas aéreas, para combatir á los insurrectos, dejando solamente dos buques á las órdenes del gobierno.
El Príncipe Alejo, erguido, inmóvil, alta la frente, miraba también fijamente a su inesperado acusador. ¿Cómo puede usted asegurarlo? preguntó aún el juez. Lo sé. ¿Cuáles son las pruebas que tiene usted? Ninguna prueba material. Todas las certidumbres morales. ¿Quién cree usted que la ha muerto?
Un suceso inesperado vino a sacudir el letargo y aburrimiento que la tertulia me causaba. Daniel Suárez, el odioso malagueño que me había inspirado tantos recelos y que aún me los inspiraba, fue presentado a las de Anguita por un pollastre en que no me había fijado. Esto no tenía nada de particular. Por aquella tertulia pasaban todos los forasteros, como habían pasado ya todos los naturales. Sin embargo, me produjo cierta emoción y, ¿por qué no decirlo?, bastante malestar. Disimulé cuanto pude, mostrándome afable.
Que se habituara a considerarlos sometidos a las reglas generales de la ordinaria vida social; y de este modo, cuando no pudiera evitarse que los conociera, por sí misma, sería obra fácil convencerla de que todo lo malo que la sorprendía por inesperado, era excepción de la regla; y con esto bastaba, por de pronto.
Desde que madrugando había visto a Sabel salir del cuarto de don Pedro, dábale un vuelco la sangre cada vez que tropezaba al chiquillo y notaba el afecto con que lo trataba Nucha a veces. Cierto día entró el capellán en la habitación de la señorita y encontró un inesperado espectáculo.
De la cima de un cerrillo que permitía otear todo el patio de la Fábrica, dos hombres apacentaban la vista en aquel curioso cuanto inesperado espectáculo. Uno de ellos rondaba muchas veces las cercanías de la Granera, pero nunca en aquel predio había visto más seres vivientes que canteros picando sillares de granito, y aves de corral escarbando la tierra.
De pronto, girando sobre sus corchos como en una mudanza de baile, Beatriz exclamó: ¡Basta de muertos! agregando con cortesana sonrisa: Bien sé que sois de sangre muy clara y que podéis referir grandes cosas de los agüelos; pero holgárame en oíros contar las vuestras algún día. Tiempo queda repuso el mancebo, sintiendo subir a sus mejillas inesperado rubor.
Eres hombre, y hombre cabal. Deja que esa humillación pase por debajo de tu orgullo, y no le fundes en hechos de que no eres responsable. Pero estaba profundamente abatido Salvador. En vano trataba de luchar contra la pesadumbre de aquella sorpresa que casi destruía su personalidad de un solo golpe inesperado.
Sabe, señor Greenwood dijo, con un inesperado tono de confianza, que más de una vez, después de la muerte de su padre, he pensado que ella está en posesión de la verdad; que conoce la razón de este extraño lazo de amistad que unía al señor Blair con este hombre sin conciencia, a quien tanto poder sobre ella y su fortuna le ha sido otorgado.
Con un movimiento inesperado, Isidora la detuvo, y postrándose ante ella, exclamó con viva explosión de sentimientos nobles: «Señora, usted me echa de su casa, cuando yo esperaba que me recibiría usted con los brazos abiertos... Usted me aborrece porque no cree en mi derecho, y yo la adoro porque creo en él.
Palabra del Dia
Otros Mirando