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Actualizado: 18 de junio de 2025
Quiero que vivas para que te muestres perfecta. En consecuencia, Señorita Guichard, ¿quiere usted hacerme el honor de concederme su mano? Clementina permaneció un momento inmóvil, vacilante, bajo aquel golpe tan inesperado. Un temblor nervioso agitó sus labios y no pudo responder.
Pero, dónde, en qué circunstancias... Eso es lo que yo quiero saber. Ahí está el nudo de la intriga. Dejemos lo demás para otra ocasión y hábleme usted de Lea Peralli. Estaba usted en San Francisco y se encontró con ella. ¿Dónde? ¿Cómo? De un modo tan sencillo como inesperado.
Los Bancos no restringirán los créditos, todo el que pida dinero lo tendrá; y marcharán los negocios, y se vivirá bien, «en el mejor de los mundos»... Pero aunque un accidente inesperado diese al traste con esa cosecha que tanto le interesa, usted no debe afligirse.
Aquel honor inesperado puso al moribundo muy despierto, Carraspique, sin saludar a don Pompeyo, que se quedó, siempre cruzado de brazos, a la puerta de la alcoba, se colocó a la cabecera de Barinaga en compañía de un clérigo, el cura de la parroquia. Era este un anciano de rostro simpático, de voz dulce, hablaba con el acento del país muy pronunciado.
Eran los pastorcillos que discutían entre el estupor que el hallazgo les hubo causado y la natural alegría que había producido en ellos tan inesperado acontecimiento.
Este inesperado retraso hizo que dichos militares llegaran á San Luis con mucha demora, por lo que el tren que á las 3 de la tarde sale para Guantánamo ya había partido, lo que obligaría al coronel Machado y sus acompañantes á permanecer en San Luis hasta el día siguiente.
La Condesa, ya en pie, como despidiéndole, sonrió ante aquel inesperado afán de atenuar la índole del pacto, y repuso: Es doloroso que no se pueda hacer el bien sin estos rodeos; pero, ¿qué remedio? señor Resmilla, así lo quieren los tiempos. Quedamos en que convencerá Vd. a esa señorita; después, en fin... allá Vd.
Hubiera querido unas alas para tenderlas hacia aquella niña querida que lo era todo para él en el mundo.... Tuvo que hacerse una dura violencia y seguir departiendo con su amigo sobre aquel inesperado viaje de los dos.
Dejé resbalar mis lágrimas por las mejillas sin cuidar si me miraban. Gloria volvió a entonar otra copla, y luego otra, y luego otra. No se cansaban de pedirle más, y ella de complacerles. Un suceso inesperado vino a destruir el arrobamiento en que todos estábamos.
Dame detalles de vuestra instalación, de vuestras relaciones y hasta del trabajo que se te ha confiado, sin revelar, por supuesto, los secretos de Estado, pues para esto bastan los periódicos. Salgo dentro de poco para un viaje bastante inesperado, pero quiero participarte sin demora una buena noticia, y es que estoy encargado de suplir al buen viejo Marignol en su cátedra del Colegio de Francia.
Palabra del Dia
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