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Actualizado: 7 de mayo de 2025
Aquella elocuencia natural que había causado asombro al iniciarse en el Seminario, se hinchaba y esparcía como un gas embriagador en las reuniones revolucionarias, enardeciendo a la muchedumbre desarrapada, hambrienta y miserable, que sentía estremecimientos de emoción ante la sociedad futura descrita por el apóstol: la ciudad celeste de los soñadores de todos los siglos, sin propiedad, sin vicios, sin desigualdades, donde el trabajo sería un placer y no existiría más culto que el de la ciencia y el arte.
Picados todos por la tarántula del lucro fácil, vienen, en danza infernal, a ofrecer sus dádivas al monstruo: uno, el pan suyo de cada día; otro, el blanco cordero de sus ilusiones; aquél, su crédito; éste, su nombre, el porvenir, la vida... Todo lo devora la fiera hambrienta.
Llegó entre los últimos, con la tez verdosa, la expresión hambrienta o fastidiada. Lo agarro del brazo: Aquí lo tienes, Yolanda digo a ésta. Es Lotario Pütz, hijo único de Pütz, hijo mío, casi. Dale la mano, llámale Lotario. Y al ver que ella vacilaba, tomé sus cinco dedos y los puse entre los de Lotario.
Ya deseo que se acabe este mes por salir della." Pues, estando en esta afligida y hambrienta persecución, un día, no sé por cuál dicha o ventura, en el pobre poder de mi amo entró un real. Con el cual él vino a casa tan ufano como si tuviera el tesoro de Venecia, y con gesto muy alegre y risueño me lo dio, diciendo: "Toma, Lázaro, que Dios ya va abriendo su mano.
La imagen de su familia hambrienta y sin hogar le dió una agresividad colérica. Hasta sintió deseos de acometer á aquella gente sólo por haberle exigido tal monstruosidad. ¿T'en vas? ¿t'en vas? preguntaba Pimentó, cada vez más fosco y amenazante. ¿Te vas? ¿te vas? No, no se iba. Lo dijo con la cabeza, con su sonrisa de desprecio, con una mirada de firmeza y de reto que fijó en todo el corro.
10 Su cuerda está escondida en la tierra, y su torzuelo sobre la senda. 11 De todas partes lo asombrarán temores, y con sus mismos pies lo ahuyentarán. 12 Su fuerza será hambrienta, y a su costilla estará aparejado quebrantamiento. 13 Comerán los ramos de su cuero, y el primogénito de la muerte tragará sus miembros.
Hambrienta como toda persona débil, como todo organismo pobre, de excitaciones, novedades y acontecimientos, divirtiole en extremo la relación nueva de Lucía, y las raras peripecias de su viaje, y el registro de sus galas de novia, que visitó sin perdonar una, examinando los encajes de cada chambra, los volantes de cada traje, las iniciales de cada pañuelo.
Como esto no podía ser, se exasperaba, se ponía loca como una fiera hambrienta. ¡Calla! La niña no podía; dejaba escapar un gemido. ¡Calla! repetía, acompañando la orden de algunos golpes. Josefina trataba de callar, hacía esfuerzos desesperados por conseguirlo; pero la respiración ansiosa se escapaba a su pesar, produciendo un gemido. Más golpes. ¡Calla o te mato!
Ya deseo que se acabe este mes por salir della." Pues, estando en esta afligida y hambrienta persecución un día, no sé por cual dicha o ventura, en el pobre poder de mi amo entró un real, con el cual él vino a casa tan ufano como si tuviera el tesoro de Venecia; y con gesto muy alegre y risueño me lo dio, diciendo: "Toma, Lázaro, que Dios ya va abriendo su mano.
Palabra del Dia
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