Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 24 de julio de 2025
Lo cierto es que le has puesto la casa, la has visitado y te has divertido en grande con ella. ¡Vaya una conciencia la tuya, vaya una manera de pagarle su fidelidad, tirando por el suelo la que me debes a mí!... ¿Qué moral es esta? No escamotees la verdad. Esa mujer es una bribona, y tú serías un simple si no fueras también un solemnísimo pillo.
La primera intención que me dio fue debolvértelo, porque yo no lo he echo por el interés; pero me lo guardo por si algún día lo necesito, que lo sacaré pensando que me lo a dado el único hombre de quien yo puedo tomarlo sin que me dé vergüenza, porque siempre te he mirado como si fueras mío de beras, aunque ya sabía yo que todo esto era por pasar el tiempo.
La Nela calló. Instintivamente se había llevado las manos a la cabeza, enredando entre sus cabellos las florecitas medio ajadas que había cogido antes en la pradera. ¿No respondes?... Es verdad que eres modesta. Si no lo fueras, no serías tan repreciosa como eres. Faltaría la lógica de las bellezas, y eso no puede ser. ¿No respondes?...
Por mal de sus pecados, aquella noche se había trabajado el pelo con tanta perfección, que... «¡hija, ni que fueras a un baile!» se había dicho ella a sí misma, con risa convulsiva, al mirarse en el espejo por secciones de cara, porque de una vez no se la podía mirar toda.
Al oír esto San Pedro, volviéndoles la espalda, echó tranquilamente el cerrojo a la puerta del cielo y luego encarándose con el artista y el clérigo les dijo: Vaya, vaya, ¡largo, fuera de aquí los dos! Tú, deán, al purgatorio una temporadita por mal genio; y tú, pintor, tonto de capirote, al limbo, como si fueras niño sin uso de razón. ¡El Trabajo en la catedral! ¡Qué oportuno!
Un mozo les dijo que arriba, en el gabinete de la izquierda, les esperaban tres señoras y dos caballeros. Antes de subir dió las disposiciones necesarias para la cena que había encargado. En el gabinete, dispersos por las sillas, estaban Rafael Alcántara, Manolito Dávalos, la Nati, la Socorro y la Amparo, que los recibieron con fueras y silbidos.
Todo lo que he podido, buena y dulce amiga.... La buena y dulce amiga, no sabiendo sobre quién desahogar la bilis que le carcomía el corazón y el cerebro, arrojó sobre su aliado una mirada feroz y con la boca contraída por una amarga risa, dijo: ¡Bobart! si no fueras tan estúpido, creería que me has hecho traición.... ¡Mi buena amiga!... ¡Bobart! tienes una cobardía que me repugna.
¿Pero no te dije que fueras a hablarle?... ¿Que en todo este negocio no había que soltar por escrito una sola letra?... ¿Lo ves, Fernandito?... Villamelón retrocedió un paso como quien espera un cachete, y Currita adelantó otro, diciendo después de una pausa: ¿Y dijo que iba a... a... a presentarme esa carta? Eso decía Velarde. ¿Estás seguro?... Segurísimo.
Aunque no lo fueras, te reconocería cierto derecho ahora para dudar del desinterés de mis elogios; porque yo misma, con ser como soy, cuando he visto en algún libro entretenerse a la heroína en semejantes ponderaciones de un galán circunvecino, al punto me he dicho: «cogidita te tengo, clavadita me estás.» Ya ves si soy franca, Virtudes.
Pero, al mismo tiempo, me siento tan feliz como si la suave mano de una mujer me acariciara la nuca. No tienes necesidad de hablar de mí agrega, mirándose las puntas de las botas; pero si tú fueras allá a menudo, quizá las cosas se arreglarían por sí solas.
Palabra del Dia
Otros Mirando