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Actualizado: 23 de junio de 2025
El dia 11 salieron á medio dia, y á dos leguas de distancia encontraron un arroyo de tres palmos de hondura, y despues á poca distancia entre sí, otros tres que estaban secos, luego otro de mas de tres palmos de agua. Que salieron de las cuestas enderezando algo hácia el mar, por ver que los arroyos, á causa de la seca, no estaban tan crecidos como lo pensaban. Caminó cosa de tres leguas.
Deshiciéronse los grupos para esparcirse por el paseo, y en este desbande general, Ojeda y Maltrana se encontraron frente a frente. Isidro fijó sus ojos con maliciosa expresión en la cara de su amigo. ¿Qué tal la noche?... Fernando hizo un gesto de indiferencia. Muy bien. Le veo a usted pálido añadió aquél , algo ojeroso.
Sin necesidad de decírselo, ni por señas, acudieron ambos a una cita.... Se encontraron a poco en el salón de doña Petronila Rianzares donde habían muchas señoras y tres clérigos. Allí se había reunido la flor y nata de lo que llamaba El Alerta «el elemento levítico» de la población.
Un día no encontraron ya a Ibrahim Antonio en su sitio de costumbre: probablemente cansado de una jornada sin venta, había cargado con el surtido y emprendido el camino Dios sabe dónde. Lucía le echó de menos; pero el movimiento de retirada era general; no se veían sino tiendas que se vaciaban y cerraban.
Cuentan que un día de tempestad lo encontraron encaramado en un árbol adonde se había subido «para ver de dónde venia el rayo, ¡porque era tan hermoso!» Schiller leyó la Mesíada a los catorce años, y se puso a componer un poema sacro sobre Moisés.
Cayé había llevado chipas, y Podeley encendió fuego, no obstante los mil inconvenientes en un país donde, fuera de los pavones, hay otros seres que tienen debilidad por la luz, sin contar los hombres. El sol estaba muy alto ya, cuando a la mañana siguiente encontraron al riacho, primera y última esperanza de los escapados.
Acá, nosotros, estamos cargados con la maldición y el castigo que mereció el pecado del primer hombre; pero ¿qué pecado cometieron el Adán y Eva de los burros, para que estos pobres animales tengan la vida mortificada? ¡Eso me pasma! Se comerían la peladura de la manzana dijo Momo con una carcajada como un redoble de bombo. Encontraron entonces a Manuel y a José, que iban de vuelta al convento.
En 1916, los críticos germanófilos llegaron a entrar en Verdun, en el propio Verdun, y si luego abandonaron la plaza, fue, sencillamente, porque el kronprinz no los siguió, y los pobres se encontraron allí solos, sin contacto ninguno con el ejército alemán...
Desde aquí se volvieron al navio. El Padre Cardiel, y los que fueron por tierra, subieron á una alta sierra, en cuya cumbre encontraron un monton de piedras, que desenvueltas, hallaron huesos de hombre allí enterrados, ya casi del todo podridos, y pedazos de ollas enterradas con el cuerpo.
Al llegar en sus evoluciones cerca de una escalerilla de la cubierta de botes, volvió Mina la cabeza con muda invitación y subió rápidamente. Fernando, después de una espera prudente, fue tras de sus pasos. Se encontraron arriba en una láctea penumbra atravesada por la flecha roja de las luces solitarias. Nadie más que ellos.
Palabra del Dia
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