United States or Cyprus ? Vote for the TOP Country of the Week !


El mismo sentimiento de alegría y respeto que a ellos les embargaba embargábale a él. Si no la creía como ellos nacida de la espuma del mar, fecundada por la sangre de Urano, juzgábala nacida de la mente divina de un artista que hasta ahora nadie igualó jamás.

«Las personas que estuvieron presentes decían, y dicen todavía, que no comprendían cómo no había oído los gritos que todas ellas lanzaban, ni visto sus ademanes desesperados. Uno de esos vértigos que sufría en el último año, sería la explicación de lo sucedido, si yo no supiera... »Lo embargaba una mortal tristeza.

Las novelas, y una señora azafata de la reina que había estado a tomar baños en Sarrió, le habían sugerido aspiraciones fantásticas, un anhelo de vivir en aquella atmósfera brillante. La majestad de los príncipes la conmovía, la embargaba de sumisión, ¡ella que era incapaz de humillarse a nadie!

La descripción de su locura es, sin disputa, de lo más magistral y poético que se ha escrito; finalmente, libre ya su alma del delirio que la embargaba, confiesa á Jesucristo y consigue del apóstol, que, al final del drama, recibe el martirio, la anulación de su pacto con el Diablo .

Los contempló desde lejos al través del follaje. La emoción la dejó clavada al suelo algunos instantes. Por encima del sentimiento de dolor y de ira que la embargaba asomó su cabeza el orgullo de mujer. Después de examinar con ojos ansiosos la figura de Amalia no pudo menos de murmurar con amargura: ¿De qué se habrá enamorado ese hombre? ¡Si es una gata disecada! Después pensó: ¿Qué se dirán?

Preveía que el viaje iba a ser largo, aunque se guardaba de manifestar esta opinión. Al fin quedó arreglado el equipaje. Entonces permanecieron turbados uno frente a otro sin saber qué decirse, afectando serenidad, insistiendo una y otra vez en tono indiferente sobre pormenores ya resueltos. La emoción que les embargaba advertíase en el timbre velado de la voz, en el leve temblor de las manos.

Andrés parecía escuchar atentamente, pegado a las faldas de la zagala. Lo que hacía en realidad era contemplar con deleite sus labios, que semejaban hechos de carne de cereza, sus mejillas, que tenían el lustre de la manzana, sus ojos negros, donde brillaba el sol de la primavera. Sentía, al cabo de un rato, el mismo adormecimiento suave y feliz que le embargaba, cuando niño, escuchando los cuentos que le refería la costurera de su casa. Ahora se mezclaba con una embriaguez voluptuosa, que suspendía su pensamiento, le columpiaba en los espacios y le disponía a las efusiones tiernas, a los goces inefables, a los sueños de color de rosa. El monótono rumor de la acequia y el traqueteo suave y constante del piso trabajaban también por arrobarle. Rosa concluía su cuento.

El rostro de Ricardo, donde se traslucía la profunda emoción que le embargaba, no era a propósito para tranquilizar a nadie. ¿Qué ocurría? ¿Por qué le llamaban? Don Mariano dijo el joven anudándosele la voz en la garganta , tengo el honor de pedir a usted la mano de su hija Marta.

Lo embargaba el temor de que la acusación de Godfrey fuera cierta y que su propia voluntad se elevara como un obstáculo ante la felicidad de Eppie. Durante algunos instantes permaneció silencioso, luchando consigo mismo, porque quería dominarse antes de hablar. Por fin, las palabras salieron trémulas de su boca: No diré nada más. Será como queráis. Habladle a la niña. Yo no quiero impedir nada.

Maximiliano no podía decir tal cosa; pero tampoco podía decir otra, porque si en el fondo de su ánimo empezaban a levantarse olas de entereza, esas olas reventaban y se descomponían antes de llegar a la orilla, o sea a los labios. Estaba tan cortado, que sintiendo dentro de la energía no la podía mostrar por aquella pícara emoción nerviosa que le embargaba.