Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 24 de mayo de 2025
Por ello tuve, á mi pesar, que echarme al cuerpo mi ración correspondiente, pues desairarla era, á lo que vi, la mayor ofensa que podía hacerse á la rumbosa prodigalidad de mis tíos.
Hermano dijo Gabriel con cierta solemnidad , ya que te aferras tenazmente a tu negativa, sólo me resta decirte una cosa: si tu hija no viene, yo me voy.... Cada uno tiene sus escrúpulos. Tú temes las murmuraciones de la gente; yo me temo a mí mismo, a lo que el pensamiento pueda echarme en cara en los momentos de soledad.
Cubría su busto ligera chambra, tan mal cerrada, que enseñaba parte del seno ubérrimo. Arrastraba unos zapatos de presillas puestos en chancleta, y los tacones iban marcando sobre el piso de baldosín un compás de pasos harto estrepitoso. «Iba a echarme la bata dijo Refugio, después de revolver en un montón de ropas que estaba sobre el sofá , pero como usted es de confianza...».
No se atrevía a aproximarse a la paseante blanca, cuando de pronto un niño entró corriendo en la avenida y se perdió entre los árboles, como un conejo asustado que atraviesa un sendero del bosque. Reconoció en aquel niño a su hijo y recobró su audacia. ¿Qué es lo que temo? pensó . Nadie tiene derecho a echarme de aquí. Que esa mujer viva o que haya muerto, soy madre y vengo a ver a mi hijo.
Y cuando don Plácido le cuente que soy su inquilina, ¿qué dirá? ¿Se pondrá furiosa y querrá echarme a la calle?
Me estáis cargando la paciencia hace una hora, y no quiero ya más peso. ¡Idos, ó vive Dios! Mirad no os tire yo en medio de la escena, don bravatas exclamó el hidalgo, que echaba fuego por los ojos. ¡A mí! ¡echarme vos á mí!... exclamó Montiño poniéndose pálido. Y en seguida sonó una bofetada, y luego un hombre cayó, como lanzado por una máquina, del lado de adentro de los bastidores.
Venía hecha la caricatura de una gran señora, con traje de baile muy escotado y guantes hasta el codo, uno de ellos sin abotonar. Vamos, don Quintín, hágame usted el favor de echarme estos botoncitos dijo al estanquero, presentándole la mano y acercándosele mucho.
Me encuentro ya en la deliciosa morada de mi cuñado el abate Lamartine, en Montculot, en medio de bosques y de fuentes, en una especie de desierto que parece una abadía. Debiera estar aquí en paz, y sin embargo no es así; los cuidados de madre de familia me siguen por todas partes, incluso aquí mismo. ¡Ah! ¡cuántos reproches debo echarme en cara!
Apagué la linterna de mis cavilaciones y, ¡oh sorpresa!, con el último rayo de su luz vi pasar rápidamente por los términos ofuscados de la imaginación, una nueva e inesperada imagen que parecía llevar en sí la virtud de resolver todas las dificultades del conflicto. Pero... Y acabé por hacerme cruces y echarme a reír. Riéndome estaba aún cuando entró Neluco.
Con estas razones de la mala vieja creyeron los más que yo debía de ser algún demonio de los que tienen ojeriza continua con los buenos cristianos, y unos acudieron a echarme agua bendita, otros no osaban llegar a quitarme, otros daban voces que me conjurasen; la vieja gruñía; yo apretaba los dientes; crecía la confusión, y mi amo, que ya había llegado al ruido, se desesperaba, oyendo decir que yo era demonio.
Palabra del Dia
Otros Mirando