Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 24 de mayo de 2025


¡Oh sabio don Timoteo! ¿Quién me diera a hacer una mala oda para echarme a dormir sobre el colchón de mis laureles; para hablar de mis afanes literarios, de mis persecuciones y de las intrigas y revueltas de los tiempos; para hacer ascos de la literatura; para recibir a las gentes sentado; para no devolver visitas; para vestir mal; para no tener que leer; para decir del alumno de las musas que más haga: «es un mancebo de dotes muy recomendables, es mozo que promete»; para mirarle a la cara con aire de protección y darle alguna suave palmadita en la mejilla, como para comunicarle por medio del contacto mi saber; para pensar que el que hace versos, o sabe dónde han de ponerse las comas, y cuál palabra se halla en Cervantes y cuál no, la llegado al summum del saber humano; para llorar sobre los adelantos de las ciencias útiles; para tener orgullo y amor propio; para hablar pedantesco y ahuecado; para vivir en contradicción con los usos sociales; para ser, en fin, ridículo en sociedad sin parecérselo a nadie?

Por supuesto, que para encontrar trabajo pasé las de Caín; y en cuanto quise echarme a rodar, sobró gente que me empujara. De ésto ya estás enterado, y además conoces a casi todos los que han tenido algo que ver conmigo. Acaba, mujer. Pues me entró una tristeza espantosa. ¿Y qué dirás que se me metió en la cabeza? ¿Casarte? No, hombre: para eso tengo aún poco dinero.

Pero al fin... Díjela yo que quien la deseaba era tan alto personaje, que sería necesario, para que no le conociese, que le recibiese sin luz. ¿Y qué dijo á eso? Quiso echarme rudamente de su casa... hizo como que se irritaba... pero no me echó... al fin de muchas réplicas me dijo: no hay persona que no pudiera ofenderme con una solicitud tan extraña sino el rey. ¿Eso dijo? exclamó el duque.

Rita dijo la marquesa . ¡Qué susto me has dado! ¿Cómo has llegado hasta aquí sin que nadie te haya sentido? ¿Queríais respondió que entrase con tambor y trompeta como un regimiento? Pero al menos repuso la marquesa , bien hubieras podido saludar a las gentes. Se distraen los jugadores dijo Rita ; y si no, ved vuestros naipes. Oros van jugados y ya ibais a hacer un renuncio por echarme una peluca.

En una palabra, era de esos que tienen cosas y salidas, a quienes se tolera cuanto les viene a los labios, porque en ellos no hay ofensa posible, pues su propia ligereza quita importancia y valor a cuanto dicen «Emilia, yo quiero ser el sucesor de Gabriel.» «Emilia, tenga Vd. paciencia.... pero hay que dejar pasar un año.» «Emilia, alguno ha de ser, y si él nos ve desde el otro mundo preferirá que sea yo.» «Emilia, un día va Vd. a tener que echarme de mala manera.» Y todo esto delante de sus amigas, sin rebozo, con inocente descaro, seguro de que poniéndose serio o dando la mejor señal de enojo había de caer sobre ella un ridículo espantoso. ¿Qué mujer discreta iba a contestarle en serio?

Me han quitado la planchas, don Luis. Quieren que me vaya. Los ricos de Gallarta, todas esas gentes que he conocido pobres como yo, me odian y me tienen miedo. El amo de la barraca no sabe cómo echarme. Hace una semana me han quitado la techumbre, la lluvia cae en mi casa como en la calle, pero el Barbas firme en su puesto con la compañera.

¡Todavía no! interrumpió Melchor; los cumplo en febrero y agregó: ¡qué afán de echarme edad! ¿Y tu padre, qué dice a todo esto? ¿

La gente escuche tranquila, no me haga ningún reproche: tambien es negra la noche y tiene estrellas que brillan. 1061 Estoy, pues, a su mandao; empiece a echarme la sonda, si gusta que le responda, aunque con lenguaje tosco: en leturas no conozco la jota, por ser redonda.

-Yo me confío de vuestra merced -respondió Sancho-. Déjeme, iré a ensillar a Rocinante, y aparéjese vuestra merced a echarme su bendición, que luego pienso partirme, sin ver las sandeces que vuestra merced ha de hacer, que yo diré que le vi hacer tantas que no quiera más.

Habría querido echarme a sus pies, pedirle perdón por haberme atrevido a pretenderla; pero no podía hacerlo, porque mi suegra estaba detrás de ella... Había también allí damas de honor y otras tonterías... Balbucí algunas palabras que yo mismo no comprendí, y, no sabiendo qué actitud debería guardar, me puse a andar de un lado a otro por la pieza, abotonándome y desabotonándome los guantes.

Palabra del Dia

evocaban

Otros Mirando