Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 23 de octubre de 2025


Mejor fuera manejar la azada o el pico que abrir y cerrar sin tregua las tenazas abrasadoras, que además de quemar los dedos, la mano y el brazo, cansaban dolorosamente los músculos del hombro y del cuello.

Pero Madame no les oye, ocupada en depositar dos besos sonoros en las mejillas del artillero, brillantes y ennegrecidas por la grasa de los engranajes. «Toma...tomaSe aleja el automóvil y se deshacen los grupos. Las pezuñitas de terciopelo vuelven hacia el banco. Una de ellas cojea dolorosamente. Siento la tentación de besar también, de besar á la muchacha ácida; pero me inspira miedo.

Sobre robustos pedestales exhibíanse los doce apóstoles; pero tan desfigurados, tan maltrechos, que no los hubiera conocido Jesús: los pies roídos, las narices rotas, las manos cortadas; una fila de figurones, que más que apóstoles parecían enfermos escapados de una clínica mostrando dolorosamente sus informes muñones.

La dieta no debe ser muy severa, porque importa no perjudicar á la accion del medicamento por las simpatías de un estómago cuyas fuerzas, estando libres, reaccionan dolorosamente sobre otros aparatos. Es conveniente que los jugos gástricos no permanezcan mucho tiempo sin sufrir algun trabajo de digestion por la ingestion de alimentos adaptados al estado del enfermo.

Después de un rato prosiguió, sonriendo dolorosamente, con esa sonrisa de los ancianos próximos a morir: ¿Cómo me encuentras, hijo? ¿Mal, verdad? ¿Te acuerdas? ¡Antes tan fuerte, tan activa! ¡Estaba yo en todo! Ahora, aquí me tienes, como presa, como si tuviera grillos... ¡peor que si los tuviera!

Por lo pronto, asistimos al curioso espectáculo de que un antiguo profesor de Universidad sea el árbitro de la tierra.... ¡Qué diría Napoleón si viese esto noventa y cuatro anos después de su muerte! Toledo asentía dolorosamente. ; sus tiempos habían pasado.

por cierto, porque yo... que he tenido gran parte en el estado en que se encuentra don Rodrigo Calderón; yo, que he venido á la corte para mucho, necesitaba tener asido á su excelencia; ningún asidero mejor que vos... Muchas gracias dijo dolorosamente Dorotea. Perdonad, que si yo hubiera sabido lo que iba á resultar... hubiera hecho más para que os hubiérais empeñado por mi amigo.

¡Me estáis desgarrando el alma, Dorotea! exclamó dolorosamente don Juan. Lo siento, y esto me hace más desgraciada; daría yo porque me olvidárais mi eternidad. Escuchadme dijo don Juan tomando á Dorotea una mano que ardía y que al sentir la mano del joven tembló. Decid. Cerremos los ojos á todo. Lo sucedido no tiene remedio. Olvidáos de que me he unido á doña Clara.

Por lo tanto, era el único delante el cual se presentaba serena, y el duque era el único que se sonreía dolorosamente delante de la duquesa. Pasó algún tiempo y la duquesa se heló de espanto; conoció que era madre. ¡Madre de un bastardo, sin culpa, sin más culpa que la de un aturdimiento hijo de su misma pureza! ¡madre y viuda! ¡Y sin conocer al padre de su hijo!

¿Saldréis por la calle que costea el parque y atraviesa la aldea? , por ese camino pasaremos. ¿Por qué tan temprano? Yo habría ido a veros pasar y deciros adiós desde el terrado. Bettina conservaba en su mano la mano de Juan, que estaba ardiente, hasta que éste se desprendió dolorosamente, haciendo un esfuerzo, y dijo: Tengo que ir a saludar a vuestra hermana.

Palabra del Dia

limadas

Otros Mirando