Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 12 de junio de 2025


A las primeras explicaciones, Cabesang Andang las tomó por añagaza, se sonrió y estuvo apaciguando á su hijo, recordándole los sacrificios, las privaciones, etc., y habló del hijo de Capitana Simona que, por haber entrado en el Seminario, se daba en el pueblo aires de obispo: Capitana Simona se consideraba ya como Madre de Dios, claro, ¡su hijo va á ser otro Jesucristo!

¡Jesus! decía la buena devota á Capitana Tikâ; ¡esa pobre muchacha creció aquí como un hongo sembrado por el tikbálang!... La he hecho leer el librito en voz alta lo menos cincuenta veces y nada se le queda en la memoria: tiene la cabeza como un cesto, lleno mientras está en el agua. ¡Todos, de oirla, hasta los perros y los gatos, habremos ganado cuando menos veinte años de indulgencias!

¡Nakú! decía; sacos de pólvora, sacos de pólvora debajo del suelo, en el techo, debajo de la mesa, dentro de los asientos, ¡en todas partes! ¡Fortuna que ninguno de los trabajadores fumaba! Y ¿quién ha puesto esos sacos de pólvora? preguntaba Capitana Loleng, que era valiente y no palidecía como el enamorado Momoy. Momoy había asistido á la boda y se comprende su póstuma emocion.

Estando Capitana y Almiranta Entrambas al traves, sale la gente A tierra, se aloja alegre y planta Haciendo sus chozuelas prestamente. El Zapicano ejército se espanta, De ver tantos cristianos de presente, Y acuden con gran copia de venados, Avestruces y sábalos, dorados.

Fué capitana de polo-water, atravesando como una náyade el profundo cristal de la piscina del gimnasio. En la clase de esgrima cansaba al profesor con su florete impetuoso y sus piernas de acero.

Estas fueron siete galeras y cuatro galeotas; del resto se perdieron de 28 hasta 30 galeras de cristianos, entre las cuales se perdió la Capitana de Sicilia, donde se halló D. Gastón de la Cerda, hijo segundo de Su Excelencia, y D. Berenguer de Requesens, Capitán general de las dichas galeras de Sicilia; D. Juan de Cardona, su yerno, y otros muchos gentiles-hombres de casa de Su Excelencia, y una señora dueña, la cual tenía cargo de tener cuenta del dicho D. Gastón, y por este efecto se hallaron en la dicha jornada sus personas y sus galeras y sus hijos.

Miraba Antonio Spinola desde su capitana el combate, y viendo su gente rendida, desesperado de poder hacer algun buen efecto con sola la que tenia en tierra, acudió con su persona, y con cuatrocientos caballos á dar calor al asalto. Llegó á las murallas, conociendo el daño de cerca, y tanta gente muerta. Quisiera no haberse empeñado, animó á los suyos, y acometieron con valor.

De aquí comenzó la discordia entre los que mandaban, y con este buen principio, á los 25 de otubre de 1560, hizo vela del puerto de Mesina la nave Emperial, que iba por capitana de todas las demás, que serían hasta 40.

Siempre que la Capitana se hacia visible procuraba serlo yo, y cuando esto ocurría cambiábamos recíprocos cumplimientos, que solían terminar con un chiquirritín buyito, que ella me daba, y un negro y retorcido tabaco de Arroceros, que la daba yo.

Aconteció que cuando las galeras de rey llegaron, y desembarcó de la capitana mi padre, y subió al estrado en que mi madre con otras damas y caballeros estaba, no lejos de mi madre estaba don Baltasar, que era poco menos que su sombra; de modo que pudo ver mejor que lo que hubiera querido, que cuando mi padre vio a mi madre se inmutó todo, y que mi madre dejó ver el carmín de su sangre en sus mejillas, y sus ojos, antes para todos tan impíos, no pudieron ocultar el fuego del amor que de improviso, a traición, y sin que ella pudiera prevenirse, la había abrasado el alma.

Palabra del Dia

ayudantes

Otros Mirando