United States or Bahamas ? Vote for the TOP Country of the Week !


Y lo pensaba como lo decía. Todas las noches antes de dormir se daba un atracón de honra a la antigua, como él decía; honra habladora, así con la espada como con la discreta lengua. Quintanar manejaba el florete, la espada española, la daga. Esta afición le había venido de su pasión por el teatro. Cuando trabajaba como aficionado, había comprendido en los numerosos duelos que tuvo en escena la necesidad de la esgrima, y con tal calor lo tomó, y tal disposición natural tenía, que llegó a ser poco menos que un maestro. Por supuesto, no entraba en sus planes matar a nadie; era un espadachín lírico. Pero su mayor habilidad estaba en el manejo de la pistola; encendía un fósforo con una bala a veinticinco pasos, mataba un mosquito a treinta y se lucía con otros ejercicios por el estilo. Pero no era jactancioso. Estimaba en poco su destreza; casi nadie sabía de ella. Lo principal era tener aquella sublime idea del honor, tan propia para redondillas y hasta sonetos.

La gimnasia, la esgrima, la equitación, la caza, debían haber endurecido aquel organismo que la Naturaleza hiciera endeble, enteco casi. La estatura era corta; los miembros delicados y femeniles; pero la musculatura, de acero.

Muy celoso de su habilidad en la esgrima, a pesar de frecuentar asiduamente la sala de armas, ejercitábase también en su casa, tal vez para no hacer sabedor al público de todos los secretos de su manejo. La aparición de aquel hombre, en medio de los pensamientos que preocupaban a Juana y a su madre, las llenó de admiración y alarma.

¡Hola! ¿Conque el ministro te ha encomendado un trabajo?... ¿Y sobre qué, vamos a ver? ¿sobre la formación de un nuevo Jockey-club, sobre los principios del boxeo o de la esgrima, sobre las reglas del sport en general o del steeple-chase en particular? ¡En tal caso, ya me explico la satisfacción que muestras!

Maissonnave lo tomó como una ofensa personal, y me desafió, ¡a , que, como el don Diego de Flor de un día, mataba las golondrinas con bala y era digno rival en esgrima de mi maestro valenciano don Juan Rives! Pero mis creencias religiosas no me permitían batirme. Así se lo dije a Maissonnave en una carta; pero añadiéndole que aquellas creencias no me impedían defenderme.

Un día, con verdadera estupefacción del vecindario, se dijo que acababa de llegar en la goleta Julia un profesor de esgrima, M. Lemaire, con el exclusivo objeto de enseñar el manejo de las armas a don Rosendo. Y, en efecto, pronto se vió a éste acompañado de un joven delgadito y rubio, de traza extranjera. La impresión fué honda.

El joven oficial de cazadores, aunque muy inferior en fuerza muscular, poseía, a pesar de su débil apariencia, un temple de acero. Hacía mucho tiempo ya que era reputado maestro en punto a esgrima, y no tardó en darse cuenta del lado débil y deficiente del manejo, por otra parte muy temible, del señor de Maurescamp.

En de Octubre á Luis Diaz 4420 mrs. que la Ciudad le mandó librar porque sacó el mejor carro el día de la fiesta del Corpus este año de 1571. A Luis Diaz dorador ... por un carro que ha de sacar de La esgrima espiritual. A Cristóbal Sánchez de Mendoza 30 ducados por un carro de la visitación de la Reina de Sabá y 12 por una danza de Los Portugueses.

Fué capitana de polo-water, atravesando como una náyade el profundo cristal de la piscina del gimnasio. En la clase de esgrima cansaba al profesor con su florete impetuoso y sus piernas de acero.

Un valiente afirmó con orgullo, considerando como propios los actos de su compañero , un verdadero héroe: y yo, Madama Desnoyers, entiendo algo de esto... Sus jefes saben apreciarle... Julio era sargento á los dos meses de estar en campaña. El capitán de su compañía y otros oficiales del regimiento pertenecían al Círculo de esgrima donde él había obtenido tantos triunfos.