Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 8 de junio de 2025


Grandes anuncios cubrían las paredes de las casas, misteriosos y fúnebres, que excitaban la curiosidad. Ni Ben Zayb, ni el P. Camorra, ni el P. Irene, ni el P. Salví la habían visto aun; solo Juanito Pelaez estuvo á verla una noche y contaba en el grupo su admiracion.

El maestro de Tianì, continuó el secretario hojeando unos papeles, solicita se le mejor local para... ¿Qué más local si tiene un camarin para él solo? interrumpió el P. Camorra que había acudido olvidándose ya del tresillo. Dice que está destechado, repuso el secretario, y que habiendo comprado de su bolsillo mapas y cuadros, no puede esponerlos á la intemperie...

Y á impulsos de su rabia, desgarraba sus trajes más originales apenas terminados, buscando además camorra al pobre Adán, para acusarlo de ser el único autor de la pérdida del Paraíso. , fuiste, ¡no lo niegues! gritaba ella . me hiciste perder aquel jardín tan agradable y distinguido, con todas mis brillantes relaciones.

Los jóvenes dieron las gracias y se escusaron diciendo que no tomaban cerveza. Hacen ustedes mal, repuso Simoun visiblemente contrariado; la cerveza, es una cosa buena, y he oido decir esta mañana al P. Camorra que la falta de energía que se nota en este país se debe á la mucha agua que beben sus habitantes. Isagani que casi era tan alto como el joyero, ¡se irguió!

¿Cómo te has divertido, Penitente? preguntaba dándole palmadas fuertes sobre el hombro. Así, así, contestó Plácido, algo cargado, ¿y ? ¡Pues, divinamente! Figúrate que el cura de Tianì me invita á pasar las vacaciones en su pueblo, me voy... ¡chico! ¿le conoces al P. Camorra?

Pero su holgazanería le vedaba siempre entrar en faenas duras, y sólo se ocupaba de cuidar el almacén de equipajes y encargos. En destino tan poco brillante aguardaba el imaginario triunfo de aquellos buenos señores del club, tan sabios, según él, o la señal de armar camorra a las autoridades.

Hasta desde un punto de vista moral, mi proyecto es muy aceptable: serviría como una especie de purificacion y expiacion semanal del templo del juego, digámoslo así. Pero es que á veces hay juego de gallos durante la semana, observó el P. Camorra, y no es justo que pagando los contratistas de las galleras al gobierno... ¡Vaya! ¡por esos días se cierra la escuela! ¡Hombre, hombre! dijo el Cpn.

Arisca como ella sola pero bonita: el P. Camorra la emprendió una noche de bastonazos con dos bagontaos que la daban serenata y yo no como no los mató. Pero con todo, ¡sigue tan arisca como siempre! Pero tendrá que pasar por ello como todas, ¡como todas! Juanito Pelaez se reía con la boca llena como si aquello le supiese á gloria. Plácido le miró con disgusto.

Hermana Balî la empujaba dulcemente; Julî resistía, pálida, con las facciones desencajadas. Su mirada decía que veía delante de á la muerte. ¡Bien, volvamos si no quieres! exclamó al fin despechada la buena mujer que no creía en ningun peligro real. El P. Camorra, apesar de toda su fama, no se atrevería delante de ella.

¡Carambas! ¡que no le han de dejar á uno almorzar en paz! Es el tercer día que viene; es una pobre muchacha... ¡Ah, demonios! exclamó el P. Camorra; yo me decía: algo tengo que decir al General, para eso he venido... ¡para apoyar la peticion de esa muchacha! El General se rascó detrás de la oreja.

Palabra del Dia

rigoleto

Otros Mirando