Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 4 de mayo de 2025
Se oyó un estrépito formidable; y no quedó nada, lo que se llama nada, sobre la mesa, porque los cinco palos fueron a estrellarse en la cara de Maravillas; la bola de Leto saltó tras ellos, con diferente rumbo por suerte de Tinito el sabio; y las otras dos, por haber chocado la del Ayudante con el mingo que estaba en cabaña, desaparecieron en las troneras, después de rebotar unos instantes de baranda en baranda, como si las persiguieran centellas.
Con este empeño de adelantamientos, como el sonido de las campanas le fastidia, hace que el diablo queme la cabaña de Baucis y Filemon, emblema de la vida antigua, y queme además la ermita, que estaba al lado y donde sonaban las campanas; esto es, acaba con la religión, en nombre de lo cómodo y progresivo.
¿Palabra de buena muchacha? Os lo prometo. Pues veremos quién falta á lo prometido dijo el capitán. Y me estrechó la mano, y se fué á la aldea donde habían entrado los soldados. ¿Y fuísteis? dijo el duque de Lerma. Sí; sí, señor; fuí, puesto que estoy hablando con vos; fuí por mi desgracia; ó mejor dicho, no me moví de la roca... no me despedí de mis padres, ni entré siquiera en la cabaña.
En su cabaña solitaria, á orillas del mar, la visitaban ideas y pensamientos tales, como no era posible que se atrevieran á penetrar en otra morada de la Nueva Inglaterra: huéspedes invisibles, que habrían sido tan peligrosos para los que les daban entrada en su espíritu, como si se les hubiera visto en trato familiar con el enemigo del género humano.
2 Ensancha el sitio de tu cabaña, y las cortinas de tus tiendas sean extendidas, no seas escasa; alarga tus cuerdas, y fortifica tus estacas. 3 Porque a la mano derecha y a la mano izquierda has de crecer; y tu simiente heredará gentiles, y habitarán las ciudades asoladas.
Al combate! «A quien cobarde el corazon no late «Al toque de reunion! «A sus puestos, guerreros Argentinos! «Venid cantando vuestros patrios himnos «Al trueno del cañon!» Así dijo Castelli, y mil valientes Al toque del clarin, vuelan ardientes La patria á libertar: No es Castelli caudillo de alta hazaña: Hombre del pueblo, vive en la cabaña De la mansion rural;
La vaca iba gorda, la vaca es lechera, ¡horror de lechera!; la vaca viene hecha un telar, y la vaca no está seca, porque á la vaca acabo yo de ordeñarla en el prao. Yo soy claro como el agua, y no tengo algún aquel en decir que aquí se han corrío voces de que en Mercadal se ha vendío este verano mucha manteca de la cabaña nuestra.
La niña le dijo entonces al oído, que del otro lado del torrente, atravesado por una larga palanca, quedaba aún una cabaña donde pensaba que podía estar. Marcharon en aquella dirección, durante media hora de fatigosa caminata, pero inútilmente.
¡Dolón, dolán, dolén, dolán, dolón! ... que ya se oyen los cencerros de la cabaña y hasta se ve el polvo que levanta. Ha llegado el día anhelado, y el pueblo sale á recibirla hasta la portilla de la llosa, ó de la pradera en que, por de pronto, ha de entrar para que se cumplan las formalidades que van ustedes á conocer. La gente viste de media gala, y se halla poseída de la más viva satisfacción.
Formando compactos grupos estaban los vecinos reunidos ante una tosca cabaña, hacia el lado exterior del campamento. Se cuchicheaba con verdadero interés, y a menudo se repetía el nombre de una mujer, nombre bastante familiar en el campamento: Genoveva Sal. Hablar de ella prolijamente sería contraproducente.
Palabra del Dia
Otros Mirando