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Ordinariamente, el viejo Alain la sigue á alguna distancia; otras veces no lleva más compañero que el enorme y fiel Mervyn, que alarga el paso al lado de su bella ama, como un oso pensativo. Con este tren se va á correr por todo el país vecino aventuras de caridad.

También atribuyen al patianac la muerte de los niños: dicen que el pájaro llamado tictic, es el que enseña al patianac la casa donde hay un recien nacido: con este aviso el fantasma se coloca en un tejado inmediato, y desde allí alarga la lengua en forma de hilo hasta el vientre del niño, sacándole las tripas.

Entonces el horizonte se alarga bajo la bruma rojiza, el cielo azul del crepúsculo va palideciendo y sus colores de rosa se tornan grises; los promontorios lejanos, dorados por el último resplandor del sol, desaparecen en la niebla, y Frayburu se yergue en la soledad de su desolación más misterioso y más sombrío, en su continuo reto lanzado al cielo obscuro y al mar hipócrita que intenta conquistarlo.

El Padre Quintana Dueñas en su Singularia, obra póstuma, se alarga mas en referir los merecimientos de todos aquellos que mostraron venir de los judíos que se opusieron á la muerte de Jesus; pues dice que deberían ser honrados con entrar en las órdenes militares i con alcanzar dignidades eclesiásticas.

No haga caso de lo que pudiera decirle esa generala; está medio loca. Me agrada usted, y quiero convertirla en algo de provecho; pero acuérdese de que las que no están conmigo están contra ... LA MARQUESA. Es usted inteligente y triunfará... ¡Hasta ahora, hija mía...! Alarga a Sita un manojo de huesos y se marcha. VERA. ¡Vamos! ¿Qué le parece a usted...?

Lo diré: don Cosme viene de la calle de la Paz; allí acude todos los días a las ocho de la mañana; alarga una mano a la banasta de los periódicos: es un parroquiano a la lectura de papeles a cuarto. Hoy la Revista, mañana el Boletín... Gran noticioso.

Estira más esa estampa, que no te veo bien. Alarga el jocico pa que te tome el molde de él. ¡Carambita! ¿Usté no sabe que cuando me pica un mosquito le desmondongo al momento? ¡Sonsoniche! ¿Usté no sabe que cuando le pego un pezco a un hombre tiene que pedir prestaos dientes y muelas para comer?

Después se coloca el quitasol debajo del brazo, y por la calle del Oouro, con saboreada pachorra, deteniéndose a contemplar a la señora de sedas más rizadas o la victoria de arreos más lustrosos, alarga sus pasos hasta la tabaquería de Sousa, en el Rocío, donde bebe una copa de agua de Canecas, y descansa hasta que la tarde refresca.

Y allí, a mi lado, aplastando todos mis pensamientos, como la sombra de una esfinge gigante se expande y alarga sobre las arenas del desierto, estaba de pie ese corpulento monje, de tez bronceada, pies descalzos, hábito de un carmesí desteñido, su cintura ajustada por un cordel de cáñamo, y con un semblante de misterio, mientras dentro de su corazón se encerraba el gran secreto que había sido legado a y que ocultaba el origen de la fortuna de Burton.

A lo largo de la playa bajan tres negras figuras. Sobre sus hombros se alarga un palo, que allá en su extremo parece levantar hacia la luna en dos cuernos, la dentadura de una vieja. Las tres figuras negras van delante del Caballero.