Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 29 de mayo de 2025


«Las Malvas es un refresco sano para el convaleciente, se puede tomar en cocimiento para refrescarse ó en lavativas, para retención de orina es bueno tomar tres cinco ó siete ponos de malvas con la raíz de las que aun no han dado ninguna flor, se quita las ramas y la parte de tallo quedando solo el tronco y raizes de que se hace un cocimiento, y en ayunas ó en cualquier hora del día se toma y verá como se orinará.

Se celebró la boda fríamente y sin viaje de novios, y comenzaron las catástrofes. La marquesa, como si sólo aguardara a tener por yerno, a don Mauricio Ibáñez, se murió a los pocos días de ser su suegra. Entonces cayó el banquero sobre el caudal hereditario con ansias de buitre en ayunas, y vio y palpó que sólo quedaban ruinas de lo que él había soñado filón inagotable de onzas acuñadas.

Villamelón hizo el gasto, como siempre, blandiendo el trinchante de oro macizo, regalo de Fernando VII, que usó durante toda su vida, y pasando por las tres distintas fases que en aquella hora solemne se reflejaban en su persona: hondamente preocupado al principio, como hombre que tiene entre manos el más grave negocio; comunicativo, pero dogmático; afable, pero todavía circunspecto a los medios, y alegre, bonachón, magnánimo y hasta tierno a los postres, como si la corriente de satisfacción que le brotaba del estómago le dotase de aquellas cualidades que no poseía en ayunas.

Esta mañana en ayunas se tomó una, y a las cuatro le di otra. ¿No lo dispuso así Ballester...?». ... Vea usted por qué está tan avispado. ¡Vaya con el cáñamo ese! Pero los disparates son los mismos; sólo que ahora no ve las cosas de un modo tan negro sino que las toma por lo risueño.

Eloísa añadió Rafael , las barcarolas, las tirolesas, el ranz des vaches, son canciones populares de otros países. ¿Por qué no han de tener nuestras boleras y otras tonadas del país el privilegio de entrar en la sociedad de la gente decente? Porque son más vulgares contestó Eloísa. Rafael se encogió de hombros; Rita soltó una de sus carcajadas; el mayor se quedó en ayunas.

Digo esto porque apenas ha seis días que la vuestra bondad está en este castillo, cuando ya os vienen a buscar de lueñas y apartadas tierras, y no en carrozas ni en dromedarios, sino a pie y en ayunas; los tristes, los afligidos, confiados que han de hallar en ese fortísimo brazo el remedio de sus cuitas y trabajos, merced a vuestras grandes hazañas, que corren y rodean todo lo descubierto de la tierra.

Chisco y Pito Salces ayudaban a desmontar a los que no traían espolique, que eran los más, y se apoderaban de sus caballos; Neluco y don Pedro Nolasco les salían al encuentro en la escalera y me los presentaban a después a la puerta de la salona, desde donde los conducía a mi gabinete, que había vuelto a ser, por aquel día, estrado o sala de honor, y en cuya mesa de centro había un agasajo de vinos generosos y bizcochos de soletilla, con el cual los brindaba tan pronto como concluían las salutaciones y cortesías de rúbrica, sin perjuicio de que llegaran luego Mari Pepa o su hija, muy vestidas y aderezadas ya de día de fiesta, aunque luctuosa, a ofrecerles algo de mayor sustancia, por si estaban en ayunas, como leche, caldo o chocolate... o magras de jamón con huevos estrellados; pero todos optaban por la copeja de vino con bizcochos, «reservándose para después...». «Después» era la comida del mediodía, terminados los funerales.

Fingí hacer lo que hacía para observar más a mi gusto su cara. » Estás casi en ayunas la dije , y necesitas tomar algo que te conforte... ¿Quieres que almorcemos antes de salir yo?..., porque ya es hora. » Estoy muy bien me respondió impasible. No necesito nada, sino quietud... y silencio.

El acabar de comer con este postre se menciona con frecuencia en nuestros libros del buen tiempo: Don Antonio Hurtado de Mendoza, en el Entremés del Examinador micer Palomo: «VALIENTE. Yo he tenido quinientos desafíos; he hecho sobre el duelo dos comentos; seiscientos antuviones he pegado y he reñido cien veces en ayunas. MR. PALOMO. ¿Qué fuera al fenecer las aceitunas...?»

29 Y partiendo Jesús de allí, vino junto al mar de Galilea; y subiendo al monte, se sentó allí. 32 Y Jesús llamando a sus discípulos, dijo: Tengo misericordia de la multitud, que ya hace tres días que perseveran conmigo, y no tienen qué comer; y enviarlos en ayunas no quiero, para que no desmayen en el camino. 34 Y Jesús les dice: ¿Cuántos panes tenéis?

Palabra del Dia

commiserit

Otros Mirando