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Actualizado: 25 de septiembre de 2024
No toméis á desaire mi distracción, maese Golvín, dijo el caballero, andando con dificultad á consecuencia de los balances del barco. Estaba muy preocupado con una difícil cuestión heráldica, sobre la cual quisiera oir vuestra opinión, Roger.
Cada día se sumergía más y más en esa llamada vida literaria que consiste en maldecir de sus compañeros y vivir constantemente preocupado de lo que hacen. Cuando llegó a casa venía de un humor extremadamente sombrío. Clara, que iba a comunicarle la visita que había tenido, se sintió tan cohibida, tan paralizada al ver su rostro contraído que no se atrevió a hacerlo.
A los veinticuatro años se piensa poco en las necesidades materiales ni en el porvenir: el porvenir es de la juventud; á los veinticuatro anos sólo se tiene corazón; Juan Montiño estaba profundamente preocupado con el doble recuerdo de la dama de palacio y de la tapada, que le había metido en un lance de armas, que se le había escapado, y que se había dejado dos prendas, una voluntariamente, otra, como quien dice, robada.
»El conde de Pópoli parecía satisfecho de sus proyectos; pero, a pesar de esto, en algunos momentos violentábase para aparecer con un aspecto tranquilo, y, en ocasiones, surcaban su frente imperceptibles arrugas. Contra su costumbre, parecía preocupado por una idea y semejábase a un hombre sumido en profundas meditaciones.
No replicó éste, preocupado y contemplando á la enferma tan de cerca, que sentía su respiración agitada y difícil como si un pequeño volcán existiera entre las sábanas. Creo que, al despertar, despertará con el delirio. Usted debe quedarse aquí hasta ver en qué para esto indicó Bozmediano; yo me marcho. Si me ve, creo que mi presencia no será lo que más la tranquilice.
Muy preocupado debía de estar el cochero con las cosas que había visto en la procesion porque cuando ésta acabó de pasar y Basilio le mandó prosiguiera su camino, no se apercibió de que el farol de la carromata se había apagado.
Interesábase mucho por el curso del tiempo, que hasta entonces no la había preocupado. Preguntaba con ansiedad cuántos días faltaban para llegar a Río Janeiro, como si hubiese permanecido durmiendo y al despertar surgiese en su recuerdo la imagen de alguien que la estaba esperando.
No me acuerdo de ninguna cosa anterior a la época en que viniste a vivir a mi casa de la calle de Hernán Cortés. Ayer estuve todo el día preocupado con una idea, y es que yo fui un lince en Partida doble. Sí, sí. ¿Pues creerás que trataba de recordar algo de esta ciencia sublime, madre de todas las demás ciencias, y no podía?...
De este matrimonio nació una hija, que pasó á España, donde se enlazó con un caballero, llamado D. Juan Henriquez de Borga, y á quien el Rey concedió el título de Marquesa de Oropesa. Preocupado con sus ideas de venganza, sintió la necesidad de adquirir renombre, y derramó sus caudales para hacerse de clientes.
Mi querida María Teresa, no se atormente usted le dijo Huberto, esto será nada seguramente, un poco de anemia, sin duda. Estoy trastornada de ver a mi padre en ese estado: jamás ha estado enfermo. ¿Usted ha visto qué mala cara tiene? Está preocupado; por eso tiene fiebre. ¡Dios mío, si Juan estuviera aquí! él sólo puede ocuparse útilmente de nuestros intereses, evitando toda molestia a mi padre.
Palabra del Dia
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