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Actualizado: 7 de junio de 2025


Y gracias que, por pereza, se había decidido a dejarle aquel tesoro. Don Cayetano le había hablado con mucha seriedad de la Regenta. «Don Fermín le había dicho usted es el único que podrá entenderse con esta hija mía querida, que a iba a volverme loco si continuaba contándome sus aprensiones morales. Soy viejo ya para esos trotes. No la entiendo siquiera.

Mesía y Paco, en los días anteriores, habían venido varias veces al Vivero, a caballo; Mesía había encontrado a la Regenta expansiva, alegre, confiada: y sin hablar palabra de amor pudo conseguir que ella escuchase consejos que él juraba higiénicos principalmente. «El misticismo era una exaltación nerviosa». En eso estaba Ana también, asustada todavía con los recuerdos de sus aprensiones.

Tal vez, casi de fijo, por aprensiones de la vanidad y de la malicia torpe y grosera. ¡Ah!, porque ella estaba tocada del gusano maldito, del amor de los sentidos; porque ella estaba rendida a don Álvaro si no de hecho con el deseo esta era la verdad porque ella era pecadora ¿había de serlo también el hermano de su alma, el padre espiritual querido? ¿qué pruebas tenía ella? ¿No podía ser aprensión todo, no podía la vanidad haber visto visiones? ¿Cuándo De Pas se había insinuado de modo que pudiera sospecharse de su pureza? ¿No habían estado mil veces solos, muy cerca uno de otro, no se habían tocado, no había ella, tal vez con imprudencia, aventurado caricias inocentes, someros halagos que hubieran hecho brotar el fuego si lo hubiera habido allí escondido?... ¡Y está abandonado!

Mas, apenas agitamos un poco tan misteriosas profundidades, nos extraña ver cómo surge de ellas todo un extraño mundo de insospechadas aprensiones, de confusos remordimientos y de dudas jamás presentidas.

Después de subir Leto tan arriba en la escala de lo negro, sucediole lo que a todos los espíritus exaltados movidos de las mismas aprensiones: que no pudiendo pasar de lo peor ni teniendo paciencia para quedarse quietecito donde estaba, comenzó a descender muy poco a poco, para cambiar de postura; y de este modo, quitando una tajadita a este supuesto, y un pellizquito al otro, y dando media vuelta al caso de más allá, fue encontrando la carga más llevadera y el cuadro general a una luz menos desconsoladora.

En los días en que sus aprensiones, mezcladas con su positiva enfermedad nerviosa, la habían puesto en verdadero peligro, camino de la muerte, por la debilidad no combatida, había llegado a sentir una soledad terrible, la de todo egoísta que presiente el fin de su vida; todas las cosas y todos los hombres la dejaban morirse sola, irse con Dios; y con doble vista de enferma adivinaba el fondo de la indiferencia general, la proximidad del peligro.

Fue aquello como una oleada de luz esplendorosa, de rumores confusos, de miradas punzantes, de sonrisas burlonas, de colores fantásticos y de aromas narcóticos, que se desplomó de pronto sobre agobiándome el espíritu y deslumbrándome los ojos. Aprensiones de mi inexperta fantasía, que exageraba enormemente el relieve de mi figura y el espacio y el término que ocupaba en aquel cuadro.

Y los desgraciados niños a quienes se obliga a pensar en el diablo, el purgatorio y el infierno, tienen desde entonces y según la dosis del veneno, más o menos malogradas sus alegrías del presente por sus aprensiones y sus temores del más allá. "El peso de la muerte se alivia a cada generación, a medida que sus formas violentas, y sus terrores póstumos se atenúan, dice Maeterlinck.

¡Hum!... En fin, habrá perdido el tiempo, y por mucho que digan, mal de muchos... Raúl había eludido hábilmente la cuestión, y la pobre niña, engañada con aquellos fingidos celos, no pensó más que en justificarse, olvidando sus propias ofensas y sus secretas aprensiones.

Temblando por aquella existencia que pendía de un hilo y por su amor, acaso más frágil todavía, la joven devoraba sus lágrimas y ocultaba sus angustias a fin de no entristecer aquella agonía... ¿No estaba ella amenazada por un doble duelo? A pesar de las cartas de Raúl, su corazón estaba martirizado por penetrantes aprensiones ¡Blanca amaba!

Palabra del Dia

vorsado

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