Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 10 de junio de 2025


«...Que el embozado á quien el declarante vigilaba, habló con don Francisco, y que amparado por éste, dejáronle subir los porteros; que el que declara, se quedó esperando; que bien pasadas dos horas, el mismo embozado que había entrado en casa del señor duque, salió acompañado del señor Francisco Martínez Montiño, cocinero mayor de su majestad, y que entrambos rodearon la manzana, y se detuvieron junto al postigo de la casa de su excelencia, donde estuvieron hablando algún espacio, después de lo cual, el cocinero mayor partióse, y el embozado se quedó escondido en un zaguán frente al postigo de la citada casa de su excelencia.

No ha de ser aquí donde yo os oiga, dijo doña Guiomar, y donde a esa sinventura deje; que ya que vos decís, y yo quiero creerlo, que como hidalgo y cristiano la habéis amparado, ampararla quiero yo, que mejor podré hacerlo y más honestamente, dado que mujer soy y viuda.

Era lo último que a Mariano le quedaba que ver. « prosiguió aquel individuo, cuyo retrato no haremos porque una mano más hábil lo hará después , soy hombre caritativo. Sabes que he visto a tu hermana, y que la he amparado. La he conocido estos días, cuando he ido al Modelo a ver a una prima que está allí por unas roías lesiones... Tu hermana es muy guapa.

Esto hubiera sido la confesión de su menosprecio a la casa de la que, tan generosamente, primero le había amparado a él, y luego a Margarita. En malos pasos habíase metido en aquella ocasión Cervantes. Por agria, torcida y difícil senda había tomado.

El amor de Margarita por Cervantes, y la lealtad de Florela a su señora y sus miramientos por su honra, hicieron que aquellas dos mujeres callasen de tal modo, que en el proceso no pudo aparecer el nombre de Miguel de Cervantes sino como por incidencia y libre de todo cargo, porque no se sabía sino que él había amparado a doña Margarita, y llevádola a doña Guiomar para que la amparase mejor.

El Santa Ana, amparado sólo por el Fougueux, francés, tuvo que batirse con el Royal Sovereign y otros cuatro ingleses; y a pesar de la desigualdad de fuerzas, tanto padecieron los unos como los otros, siendo el navío de Collingwood el primero que quedó fuera de combate, por lo cual tuvo aquél que trasladarse a la fragata Eurygalus.

En que se sabe lo que fue de Cervantes. Llegado había nuestro Miguel más muerto que vivo, amparado por la soledad de las calles y lo tenebroso de la noche, a la puerta de la casa de su amigo Carrascosa, y apenas si había tenido fuerzas para llamar a ella; que cuando la amiga del bachiller, a medio vestir, y no con gran empacho, bajó y abrió la puerta, encontrósele en el umbral poco menos que tendido y punto menos que desmayado.

¡Ah! ¿de lo que yo quiera? Yo quisiera conoceros. ¿Y para qué? Os repito que debéis ser muy hermosa. Mirad no os engañe vuestro deseo. Descubrid el rostro. Mostraros el rostro ahora sería comprometer acaso un secreto que no es mío. ¡Cómo! Si pudiérais dar señas de la mujer á quien vais acompañando... Soy noble y honrado. No os conozco. Y sin embargo, os habéis amparado de .

El miserable huérfano, perdido en las calles y en los campos, desamparado de todo cariño personal y amparado sólo por las corporaciones, rara vez llena el vacío que forma en su alma la carencia de familia... ¡oh!, vacío donde debían estar, y rara vez están, la nobleza, la dignidad y la estimación de mismo. Sobre este tema tengo una idea, es una idea mía; quizás os parezca un disparate.

¡Oh! ¡si yo entonces me hubiera acordado de mis pobres padres y hubiera ido á sacarlos de su miserable cabaña! ¡Dios acaso, entonces, me hubiera amparado! Pero me olvidé de todo y acabé por olvidarme de don Hugo, del único hombre á quien había amado. Rica, joven y hermosa, me propuse apagar mi sed de placeres, mi sed de vanidad. Y aunque muchos quisieron casarse conmigo, yo no quise.

Palabra del Dia

ayudantes

Otros Mirando