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Actualizado: 8 de junio de 2025
Pues bien; calla que me has puesto al corriente de los amores de D. Carlos y Doña Clara, y calla también cuanto sabes acerca de estos amores. ¡Tío, por amor de Dios! No me crea V. tan amiga de contarlo todo. El pícaro idilio tiene la culpa. Sin el idilio, ni á V. le hubiera yo confiado nada.
Yo me inclino a creer que las bodas más se hacen por conveniencia y cálculo que por previos y poéticos amores. No quiero decir que así debe ser, sino que así es. Acaso de cada cincuenta, acaso de ciento o más parejas que se casan, una sola se enamoró primero.
Busco con afán los medios de agradarte y no los encuentro. Dime con qué puedo complacerte, con qué puedo deshacer el hielo que seca nuestros amores. Y lo buscaré aunque sea a costa de mi vida.
Ya sabes, Gabriel: la eterna ceguera de ciertos toledanos de medio pelo, que aceptan como una gloria el noviazgo del cadete con la niña, a pesar de que son rarísimos los casos en que estos amores llegan al matrimonio. Aquí no hay mujer que posea un mediano palmito y se escape de haber tenido su miaja de encariñamiento por unos pantalones colorados.
En todas partes se encuentran cirujanos franceses; uno que era muy hábil nos tomó á su cargo, y nos curó: y toda mi vida me acordaré de que, así que se cerráron mis llagas, me reqüestó de amores. Nos exhortó luego á tener paciencia, afirmándonos que lo mismo habia sucedido en otros muchos sitios, y que esa era la ley de la guerra.
Yo me había soñado que seriamos muy buenos amigos.... Usted sería el confidente de mis tristes amores; yo, de los venturosos amores de usted. Pero el caballero don Rodolfo no tuvo confianza, en Gabriela, en la pobre Gabriela que amaba y no era feliz. Y me decía yo: ¡Dichosa Linilla! Ama, y es amada!... En aquellos momentos principiaron los fuegos.
Las cartas originales existentes en la Biblioteca Nacional de París, cuyas copias acompañan á la presente exposición, conservan el sello de lacre en que distintamente se ve el laberinto cerrado y el Minotauro con el dedo en la boca; emblemas que los señores ingleses atribuyeron al orgullo y el peligro de sus funestos amores; simbolismo apropiado á quien hacía del misterio condición utilitaria.
Y hablaba con entusiasmo de Aresti, de la bondad con que seguía sus amores. Sí, mi tío es muy bueno dijo Pepita hablando del doctor como de un pariente lejano, del que sólo se acordaba la familia de tarde en tarde. ¡Lástima que tenga esas ideas! Es un planeta muy simpático, pero mamá cree que está loco. Lo incierto de su porvenir, llevó de nuevo á los dos jóvenes á hablar de sus amores.
Siempre da el brazo a la hermosa. Ella, en tanto, a quien nada dice, que nada nota en él de galanteo, está bien lejos de creer que el público malicioso no habla de otra cosa sino de sus amores con fulanito. Fulanito tiene amor propio, no amor.
Todavía fue la mujer quien contestó: Dijo: «¿Y es usted quien habla de lealtad? ¿Es un escrúpulo de franqueza el que hace que ustedes se oculten aquí a conspirar en mi contra? ¿He sido yo hasta ahora un obstáculo para los amores de ustedes? ¿Era necesario que me dieran su espectáculo aquí mismo?»
Palabra del Dia
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