Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 10 de junio de 2025


Pues yo me alegraría... me alegro... os tendré preso algún tiempo sólo por haceros rabiar, en cambio de lo que vos me hacéis sufrir. ¡Ingratitud inaudita! os saco de vuestra cansada vida, os hago mujer, os desentierro, os hago probar el divino fuego del amor y me aborrecéis. No os creía yo mala.

Declaró el preopinante que era la pura verdad todo cuanto yo había dicho; añadió en respuesta a una pregunta que alguien le hizo, que el hombre del chirlo en la cara había vivido en el lugar con el nombre, indudablemente supuesto, de Pedro González que constaba en su cédula personal, y que con ése se le había registrado, ya muerto, en el libro correspondiente; alegréme yo de ello, y de seguro se alegraría Facia, que lo oía, mucho más... y se acabó aquella conversación sin meternos en otra nueva, porque se había acabado también la comida, apremiaba el tiempo y tenían mucho que andar los comensales forasteros para volver a sus hogares los unos, y los otros para terminar su jornada.

Los dos lo tenemos, los dos. En pasando de los sesenta no hay día seguro.... Si esos pensamientos te sirviesen para acordarte más de Dios y trabajar en su santo servicio, me alegraría de que los tuvieses. ¿Te parece que no trabajo bastante por él, y me lleva todos los años más de cinco mil duros en misas y novenas? ¡Vamos, Antonio, no hables así!

Creía también, sin saber por qué, que aquel regreso a la tierra natal amortiguaría el recuerdo doloroso de la ingratitud que había costado la vida a su padre. Cuidaría a la pobre vieja, alegraría con su presencia aquella vida monótona y gris que se había deslizado sin la más leve ondulación. Su voz y su cuerpo necesitaban reposo.

Está hecho un Salomón. Doña Desdémona, cuando surge alguna dificultad en su república de pájaros, le llama, y lo que él dice, se hace. Vaya, que hoy estamos de vena. Ojalá fuera verdad lo que usted dice. Yo me alegraría mucho, con tal que no se acordara de para nada, ni supiera que estoy viva. Pues eso que no lo logra usted... Todo lo sabe. ¡Ay, no me lo diga, por Dios!

Yo, de todas maneras, se los había perdonado; pero ahora, créelo, me alegraría de que me debiera lo menos doscientos, para perdonárselos también». ii Dos horas antes de la señalada para que Mauricia recibiera a Dios, ya estaba allí la fundadora. «Pero Severiana, ¿en qué estás pensando? fue lo primero que dijo al entrar por el pasillo . Quita de aquí esta artesa. ¡Vaya un adorno!

Todo lo hallaba sabrosísimo: hablaba por los codos; cubría de atenciones y finezas a su esposa. Estaba como loco; formaba proyectos descabellados; perdonaba a todo el mundo y se deshacía en elogios de su suegra. ¿Sabes lo que te digo, Carlota? Que quiero a tu madre como si fuese la mía, y que me alegraría que viniese un día a comer con nosotros.

Sin duda, Martholl se alegraría mucho de oírte a juzgar por el efecto que te producen sus elogios; ese joven debe poseer el alma de un gran modisto. ¿Es con intención de despreciarlo como hablas así? Hay ironía en tus palabras... María Teresa no se dignó contestar; Diana calló un instante y repuso, mirando socarronamente a su prima: ¿Quieres que te diga una cosa?

Mucho; pero me alegraría de haberte visto primero. Hace hora y media que te estoy esperando. ¿Y qué? ¿Es gran sacrificio esperar hora y media a la mujer que se adora? ¿ no has leído que Leandro pasaba todas las noches el Helesponto a nado para ver a su amada?... No; no has leído eso ni nada.... Mejor: yo creo que te sentaría mal la ciencia.

Razón tenía, pues, doña Inés en seguir admirando a Juanita; en decirle, como le dijo, que se alegraría de tenerla por madre política; en desistir con gusto de que Juanita se hiciese monja para que no eclipsase a la Monja Alférez y fuese la Monja Generala, y en ofrecerle para el regalo de su boda la cantidad que pensaba dar para la dote de su monjío.

Palabra del Dia

metropolitanos

Otros Mirando