United States or Qatar ? Vote for the TOP Country of the Week !


El señor de Bevallan, plantado sobre los bordes del valle, fatigó algún tiempo los ecos con los clamores triviales de su admiración... ¡Delicioso!... ¡pintoresco!... ¡Qué mezcolanza... oh! ¡la pluma de Jorge Sand... el pincel de Salvator Rosa!... Todo esto iba acompañado de enérgicos gestos, que parecían arrebatar sucesivamente á estos dos grandes artistas los instrumentos de su genio.

Allí se me vino a la memoria la consideración que hacía, cuando me pensaba ir del clérigo, diciendo que, aunque aquél era desventurado y mísero, por ventura toparía con otro peor. Finalmente, allí lloré mi trabajosa vida pasada y mi cercana muerte venidera. Y con todo, disimulando lo mejor que pude, dije: "Señor, mozo soy, que no me fatigo mucho por comer, bendito Dios.

Yo estoy lo mismo que si tuviera veinte años... Yo subo de cuatro en cuatro las escaleras, y no me fatigo... Yo bebo cinco botellas de pale-ale, y no me tambaleo... Yo derribo un toro de un puñetazo, y trinco al marinero más forzudo y le echo al agua... ¿A que no rompes cinco nueces con los cinco dedos de la mano, y eso que te las echas de tan bruto?...

Hiciéronsele, pues, dos nubes en los ojos que creciendo poco á poco le privaron totalmente del uso de ellos; y por más que la caridad de los Padres se fatigó en aplicarle remedio, no pudo aprovecharle de nada.

Y con todo, disimulando lo mejor que pude: "Señor, mozo soy que no me fatigo mucho por comer, bendito Dios. Deso me podré yo alabar entre todos mis iguales por de mejor garganta, y ansí fui yo loado della fasta hoy día de los amos que yo he tenido." "Virtud es ésa -dijo él- y por eso te querré yo más, porque el hartar es de los puercos y el comer regladamente es de los hombres de bien."

Yo, señor barbero, no soy Neptuno, el dios de las aguas, ni procuro que nadie me tenga por discreto no lo siendo; sólo me fatigo por dar a entender al mundo en el error en que está en no renovar en el felicísimo tiempo donde campeaba la orden de la andante caballería.

Se fatigó de aquellas calurosas expresiones de amor que no encontraban la debida correspondencia. Tristán cada día más frío, más serio, más encerrado en mismo, detenía sus caricias y congelaba sus expansiones. El malestar fue creciendo y el alejamiento de los esposos haciéndose más ostensible.

Un joven había ganado a Facundo cuatro mil pesos, y Facundo no quiere jugar más. El joven cree que es una red que le tienden, que su vida está en peligro. Facundo repite que no juega más, insiste el joven atolondrado, y Facundo, condescendiendo, le gana los cuatro mil pesos y le manda dar doscientos azotes, por bárbaro. Me fatigo de leer infamias, contestes en todos los manuscritos que consulto.

Aunque le fatigó algo su precipitada carrera, don Paco no se detuvo a reposar, sentándose en una peña, hasta que dio por seguro que se hallaba en completa soledad, casi en el yermo, sin que nadie le viese, le oyese y le perturbase.

Como ya he dicho que las alianzas convienen y hasta son indispensables, quisiera decir también de qué suerte me parece que deben buscarse y celebrarse; pero como hoy me he extendido mucho, lo dejo para otro día, si no fatigo á los lectores de El Liberal con nueva carta. Sr. Director de El Liberal.