United States or Malta ? Vote for the TOP Country of the Week !


Serias preocupaciones atormentaban a la baronesa acerca de que su hermoso sobrino, como ella lo llamaba, quien, por otra parte, era muy buscado en sociedad, sobre todo por las damas, se prestase fácilmente a abandonar su vida independiente y galante para doblar el cuello a la, marital coyunda, si bien debe observarse, como es bastante frecuente, que suelen ser aquellos hombres más llamados por sus atractivos personales a más rápidas conquistas de femeninos corazones, precisamente los que menos importancia dan a su envidiable fortuna: indiferentes hacia triunfos para ellos fáciles, carecen en general de esa fatuidad, de eso que pudiéramos llamar furor galante, característico en aquellos otros de sus congéneres cuyas victorias sobre el bello sexo débenlas únicamente a la constante lucha contra un modo de ser moral y físico en que no abundan como don natural los atractivos.

No desarraigues nunca de tu seno el árbol santo que hoy tu furia ataca, ni en tu ser inocules más veneno. El pájaro que vuela de su nido, cuando aun el vuelo remontar no sabe, cae por sus propias alas oprimido. No sea símil de tu historia el ave. No, al sacudir tu cuello una coyunda, otra más dura y más senil lo grave.

10 ¿Atarás al unicornio con su coyunda para el surco? ¿Labrará los valles en pos de ti? 12 ¿Fiarás de él que te tornará tu simiente, y que la allegará en tu era? 13 ¿Diste hermosas alas al pavo real, o alas y plumas al avestruz? 14 El cual desampara en la tierra sus huevos, y sobre el polvo los calienta, 17 porque Dios lo hizo olvidar de sabiduría, y no le dio inteligencia.

Y no hay que alucinarse: el terror es un medio de gobierno que produce mayores resultados que el patriotismo y la espontaneidad. La Rusia lo ejercita desde los tiempos de Iván, y ha conquistado todos los pueblos bárbaros; los bandidos de los bosques obedecen al jefe que tiene en su mano esta coyunda que domeña las cervices más altivas.

En la leonera que tenía por vivienda y que era una caverna de disputas, se oía su voz declamatoria, diciendo estas o parecidas cosas: «... porque, señores, a todas horas estamos viendo que, unidas en fatal coyunda las enfermedades diatésicas, determinan la depauperación general, la propagación de los vicios herpético y tuberculoso, que son, señores, permitidme decirlo así, la carcoma de la raza humana, la polilla por donde parece marchar a su ruina...». O bien, elevándose a lo teórico, gritaba: «Reconociendo, señores, la revolución que las ciencias naturales, y especialmente la Química, han hecho en la materia médica moderna, no conviene afirmar que la Química, señores, forma un sistema médico por sola, porque antes que las leyes químico orgánicas están las leyes vitales.