United States or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !


Las membranas mucosas en general tienen un color rojo oscuro en su parte esterna, y se observan en ella erosiones, tumefacciones, vesículas, úlceras superficiales, efecto de la laxitud de los tejidos, de una especie de descomposicion, y con frecuencia de un vicio herpético, por no decir que es la regla general.

Análoga es su accion en las vísceras y órganos de la vida orgánica, en las que, como vamos á ver, no desarrolla neuralgia ni dolor alguno propiamente dicho. Pero indicarémos antes el carácter de su accion sobre la piel. No induce modificacion en su tejido ni aun en el epidérmis; no hay granos, ni manchas, ni rasgo alguno herpético.

En las circunstancias de cronicidad ó en los casos agudos cuya etiologia se ignora, las indicaciones de la dulcamara no resultan de la relacion apreciable entre la superficie esterna é interna, sino de la constitucion del enfermo, de sus antecedentes, del carácter de las afecciones mucosas que padece habitualmente, de su estado herpético en la estacion de otoño mas comunmente.

Mas he aquí que un día, al bajarse Timoteo para recoger un corcho que se había caído al suelo, vio don Pantaleón en su cuello una mancha encarnada que al punto le pareció de carácter herpético. Nada dijo por entonces. Procuró con maña cerciorarse. Pronto logró averiguar que Timoteo, en efecto, padecía de herpetismo.

A pocos pasos de la gente que comía, mendigos asquerosos imploraban la caridad; un elefancíaco enseñaba su rostro bulboso, un herpético descubría el cráneo pelado y lleno de pústulas, este tendía una mano seca, aquel señalaba a un muslo ulcerado, invocando a Santa Margarita para que nos libre de «males extraños». En un carretoncillo, un fenómeno sin piernas, sin brazos, con enorme cabezón envuelto en trapos viejos, y gafas verdes, exhalaba un grito ronco y suplicante, mientras una mocetona, de pie al lado del vehículo, recogía las limosnas.

Los chicos se echaron a reír en inmenso coro, y el animal volvió a hacer la rueda y a echarles otra arenga, diciendo «amados compatricios míos...» con el cuello rojo cual la esencia del bermellón, el moco tieso, las carúnculas inyectadas como un orador herpético. Más gritaban ellos, más gargajeaba él. A cada voz respondía con sus estornudos y su carcajada.

Lo que había tomado era veneno, con los obsequios que su amigo, el conde de Agreda, tributó por más de una hora a Esperanza. Oye, feo, ¿por qué no comes? le dijo Amparo volviéndose de repente hacia él . ¿Es verdad que la chiquilla de Calderón no te hace caso? Te doy la enhorabuena, hijo, porque debe de tener mucho humor herpético.

3.º En las laringitis crónicas sin fiebre, sostenidas por la conversacion ó el canto, exentas de vicio herpético, y producidas mas especialmente por irritaciones repetidas, enfriamientos frecuentes, por la accion de sustancias acres, de medicamentos absorbidos en cantidades considerables y suficientes á modificar estas partes y otras porciones de las mucosas, en particular la génito-urinaria.

En la leonera que tenía por vivienda y que era una caverna de disputas, se oía su voz declamatoria, diciendo estas o parecidas cosas: «... porque, señores, a todas horas estamos viendo que, unidas en fatal coyunda las enfermedades diatésicas, determinan la depauperación general, la propagación de los vicios herpético y tuberculoso, que son, señores, permitidme decirlo así, la carcoma de la raza humana, la polilla por donde parece marchar a su ruina...». O bien, elevándose a lo teórico, gritaba: «Reconociendo, señores, la revolución que las ciencias naturales, y especialmente la Química, han hecho en la materia médica moderna, no conviene afirmar que la Química, señores, forma un sistema médico por sola, porque antes que las leyes químico orgánicas están las leyes vitales.