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Actualizado: 8 de junio de 2025


¿Sabe usted por qué le he dado ese nombre estrambótico? me preguntó el viejo haciendo una mueca del lado de ella, con expresión maliciosa. Entonces ella echó desdeñosamente la cabeza para atrás, y se levantó. Debía conocer la broma. Vea cómo sucedió la cosa.

Esta petición es legítima, la ampara la ley, y el juez se ve precisado á presenciar, autorizar y respetar el que el santuario de la justicia se vea ahumado ante el fuego de las invocaciones, y los profundos textos del Rey Sabio interrumpidos por el cacarear de los gallos blancos que han de ser degollados en el ara, que no es, ni más ni menos que el pavimento de los estrados del juzgado.

Quiero... quiero que doña Clara vea que desprecio á ese hombre á quien ama ella... quiero...

Avanzó tres pasos más, y poniendo la mano en el hombro del oficial: El día menos pensado... pronunció , cuando te vea en las Filas o en la calle Mayor... me cojo de tu brazo delante de las señoritas, ¿oyes?, y canto allí mismo, allí... todo lo que pasa. Y cuando venga la nuestra... o te hacemos pedazos, o cumples con Dios y conmigo. ¿Entiendes, falsario?

A Ramón le flaquearon las rodillas, y cayó sobre ellas, desfalleciendo... El padre de Lita creyó ver en ese desfallecimiento la confesión del crimen, pues se le presentaba el caso como un crimen, y vociferaba a la criada y a su hijo, en el paroxismo de su cólera: ¡Fuera de aquí!... ¡Que yo no vea más la cara de ustedes!... ¡Pronto, fuera, si no quieren que los haga echar por la policía!

Vea usted ahora cómo no andaba descaminado al afirmar que tal vez necesitase usted refrescar el corazón o, lo que es igual, aligerarlo de alguna impresión demasiado punzante. ¡Ay Dios, qué pesado! dijo la señorita de Mory en voz baja; y en alta voz repuso : Pues se equivoca usted de medio a medio, Isidorito; nada me pincha ni me punza por ahora. Permítame usted que lo dude.

A casa viene todos los días en que mamá recibe y no pocos días en que mamá no recibe. ¡Y que se empeñe mamá en hacerme creer que esto es amistad pura! Ya, ya. Venga Dios y lo vea. Yo lo hallo muy natural. Si yo no celebrara, disculparía hasta que ella se casase. Lo que me enoja, es su falta de franqueza.

Porque añadió dirigiéndose a , tendrás que hacer algo en tu cuarto... siquiera conocerle de vista; a más de que «hacienda, tu amo te vea...» y como hay noche larga por delante, tiempo nos queda de sobra para que vuelvas a la cocina a darte otro chamuscón, si te le pide el cuerpo... ¿Todavía estás ahí, fantasmona de los demonios?

Mucho cuidado con Magdalena me decía en medio de una angustia en la cual se destacaban perspicacias que me atormentaban. Después, enjugaba sus mejillas con rabia, y me culpaba de aquel exceso de invencible debilidad contra la cual se rebelaban los vigorosos instintos de su naturaleza. También tiene usted la culpa de que yo llore. Vea qué sereno está Oliverio.

La luz no se ve, y es verdad, como que si se acabase la luz, se rompería el mundo en pedazos, como se rompen allá por el cielo las estrellas que se enfrían. Así hay muchas cosas que son verdad aunque no se las vea.

Palabra del Dia

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