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La luz no se ve, y es verdad, como que si se acabase la luz, se rompería el mundo en pedazos, como se rompen allá por el cielo las estrellas que se enfrían. Así hay muchas cosas que son verdad aunque no se las vea.

Es bien seguro que el Emperador nadaria en lágrimas, y que romperia, pálido y tembloroso, la ley jactanciosa que ordena QUE EN FRANCIA NO HAYA POBRES.

El hecho era grave, y aquel despilfarro rompería de un modo harto brusco las tradiciones de la familia. Mas ¡era tan hermosa la manteleta...! Los parisienses la habían hecho para ella... Se determinaba, ¿ o no? Se determinó, , y para explicar la posesión de tan soberbia gala, tuvo que apelar al recursillo, un tanto gastado ya, de la munificencia de Su Majestad. Aquí de las casualidades.

Obedece durante diez minutos, y de repente vuelve otra vez con el señor alcalde mayor. Dice que se olvida, Creánmelo ustedes. Le rompería la cabeza». ¡Y me quieres hacer creer que en el extranjero...! Pero Manolo... ¡Ah!, no, señora... esté usted segura de que si en Londres una criada se permitiera cantar, pronto la pondrían de patitas en la calle. Es que ni se les ocurre tal disparate.

El hombre-gas, llegado a adquirir la competente dilatación, se alza por solo donde quiera que está, y se sobrepone a ocupar el puesto que le corresponde en la escala de los cuerpos, llega hasta la altura que su densidad le permite, y se detiene en ella; no hay obstáculos para él, porque si pudiera haberlos, rompería, como el vapor, la caldera, y escaparía.

En el pórtico de la casa grande, donde se detuvo el coche, cesaron las ilusiones del granuja, porque un criado le dijo que si manchaba el piso con sus pies enlodados, le rompería el espinazo. Ante esta abrumadora razón, Migajas se retiró, lleno el corazón de un ardiente anhelo de venganza.

¡Silencio! exclamó el antropólogo con terrible mirada. Y sacando al mismo tiempo del bolsillo del gabán un enorme cuchillo resplandeciente, añadió: Como digas una sola palabra te corto ahora mismo el cuello. El niño quedó paralizado por el terror. Hizo un pucherito y pronto rompería a gritar si el fisiólogo con certero movimiento no le hubiese tapado la boca.

Joshé creía que, cuando él se quitara la chaqueta y el chaleco, toda la familia rompería a reir a carcajadas, pero fué todo lo contrario, porque el señor Arizmendi, mirándole con ojos terribles, le dijo: Bueno, Cacochipi: póngase usted el chaleco y no vuelva usted a quitárselo delante de nosotros. Joshé se quedó frío, y no precisamente por la falta del chaleco.

Poco a poco empezó a perder la voluntad; trató de abrir los ojos y no pudo; trató de separar las manos que tenía cruzadas, y tampoco lo consiguió. Una fuerza superior la ataba, pero tan dulcemente, que por nada en el mundo rompería aquellos lazos. Era un desmayo celestial de todo el ser que la sumía en deleites ignorados por ella hasta entonces.

No me gustan los acompañamientos... y más por esos sitios... ¿No ve usted que todo el mundo me conoce, y se reirían al verme con un señorito? Andrés dijo que al primero que se riese le rompería la cabeza. Rosa sostuvo que no había motivo, que cada cual podía reírse cuando bien le antojara. La fuente estaba un poco apartada del camino, en una hondonada sombreada de arbustos y zarzas.