Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 17 de mayo de 2025
Doctor, si yo fuera vos, iría a suministrar los socorros del arte a mi tía Cabeza de Vaca en el estado crítico en que la ha puesto la trompa del mayor. Capítulo XX Completamente restablecido ya el niño de la condesa, había llegado la noche que esta señora había fijado para recibir a María. Algunos tertulianos estaban ya reunidos, cuando Rafael Arias entró precipitadamente.
El joven que atravesó lentamente el patio y se acercó a la cancela mirándome fijamente no tenía nada de árabe, si bien se reparaba: flaco, largo, pálido, con una nariz ¡qué nariz, cielo santo! que merecía los honores de trompa, los ojos pequeños, el pelo lacio. Vestía decentemente, por lo que vine a entender que no era criado; pero traía los pantalones cinco dedos lo menos más cortos de lo justo.
Tal vez el director decía: «¡Cristo!» y miraba con fingido enojo al trompa, y entonces ella encogía los hombros y mordía la punta de la lengua con picardía de colegiala, para decir enseguida, llena de abnegación: Maestro, maestro... senti, non e'colpevole, questo signore, sono io. ¡Qué música de voz! ¡Qué corazón!, pensaba Bonis, que entraba en el palco de sus amigos.
Dioses y diosas: la JUSTICIA los cree iguales; doblad, pues, la frente, y demos á HOMERO la trompa, á VIRGILIO la lira y á CERVANTES el lauro; mientras que la FAMA publicará por el mundo la sentencia del DESTINO, y el cantor APOLO entonará un himno al nuevo astro, que desde hoy brillará en el cielo de la gloria y ocupará un asiento en el templo de la inmortalidad.
El gaucho anda armado del cuchillo, que ha heredado de los españoles; esta peculiaridad de la península, este grito característico de Zaragoza: ¡Guerra a cuchillo!, es aquí más real que en España. El cuchillo, a más de un arma, es un instrumento que le sirve para todas sus ocupaciones; no puede vivir sin él; es como la trompa del elefante: su brazo, su mano, su dedo, su todo.
Marcos Divès, de pie en medio de otro grupo, del que sobresalía completamente su cabeza, hablaba y gesticulaba, señalando ya a un punto de la sierra ya a otro. Frente a él se hallaba el anciano pastor Lagarmitte, con una amplia blusa gris, una larga trompa de madera colgada del hombro y su perro. Lagarmitte escuchaba al contrabandista con la boca abierta y de vez en cuando inclinaba la cabeza.
Cuando nada ¡y muy bien que nadan los elefantes! no se le ve el cuerpo, porque está en el agua todo, sino la punta de la trompa, con los dos agujeros en que acaban las dos canales que atraviesan la trompa a lo largo, y llegan por arriba a la misma nariz, que tiene como dos tapaderas, que abre y cierra según quiera recibir el aire, o cerrarle el camino a lo que en las canales pueda estar.
El cazador se subió a un árbol, sin que lo viese el elefante, pero él lo olió enseguida y vino mugiendo, alzó la trompa como para sacar de la rama al hombre, con la trompa rodeó el tronco, y lo sacudió como si fuera un rosal: no lo pudo arrancar, y se echó de ancas contra el tronco. El cazador, que ya estaba al caerse, disparó su fusil, y lo hirió en la raíz de la trompa.
No, no; ya estoy harto de pedacitos de carne frita. Espero un poco; uno de los perros continúa ladrando; el otro restriega discretamente su trompa sobre mis pantalones. Espero otro poco. Y luego me levanto y examino en la pared una estampa piadosa. Entretanto el galgo ha puesto los pies sobre la mesa y va devorando el resto de la carne... Me canso de esperar y llamo a la huéspeda.
Les bastan sus ejemplos, Su inmarcesible gloria, Su tumba, su victoria, Sus lauros, su valor! Cual rinde su alta frente El sol al Océano, Como el audaz torrente Que baja al ancho llano, Debe ser la caida Del que rinde la vida Del pueblo en el altar. Cantemos á los muertos En la feral pelea, Que sus despojos yertos De América presea, Valen mas que la pompa Que celebra la trompa Del poeta servil.
Palabra del Dia
Otros Mirando