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Actualizado: 17 de junio de 2025


Las primeras obras para el teatro de este escritor, conocido también por sus trabajos políticos, pasaron en lo general desapercibidas; pero ningún drama, desde los tiempos de Calderón, ha excitado en toda España más crédito y general entusiasmo que el suyo, titulado Carlos II el Hechizado, la primera obra suya romántica, que, durante muchos meses del año 1837, se representó casi exclusivamente en el teatro con no interrumpidos aplausos.

Don Juan clasificó mentalmente a la desconocida diciendo para sus adentros: «Modista romántica: conozco la claseMónica continuó hablando: En fin, tan sería y tan ensimismá me pareció a la tal muchacha, que desistí de proponerle que se viniese conmigo; porque lo que yo me dije: si anda siempre con sus cavilaciones a vueltas, no puede tener cuenta de la casa. ¿Y vive completamente sola?

Toda civilización se expresa en trajes, y cada traje indica un sistema de ideas entero. ¿Por qué usamos hoy la barba entera? Por los estudios que se han hecho en estos tiempos sobre la Edad Media; la dirección impresa a la literatura romántica se refleja en la moda. ¿Por qué varía ésta todos los días?

Otra cualidad, que descuella en las obras suyas de esta última clase, es el colorido exagerado de la galantería romántica, que en ellas domina y que da á conocer á Andalucía, su país natal, en donde, según dice Alarcón, duraron más largo tiempo las finezas galantes de Amadís de Gaula .

Don Fernando, al oirlo, le concede al punto la libertad, y Muley se aleja de su lado lleno de alegría, y dando las gracias á su generoso adversario; escena sublime, propia de aquella caballería romántica de las guerras civiles de Granada, y hasta en sus palabras se nota cierto colorido semejante al de los romances moriscos.

Y mientras ella, sin pensar en que le tenía allí, devoraba con los ojos a la tiple y al barítono, Bonis paseaba la mirada triste, seria y tiernamente curiosa, del rostro pálido, ajado de su esposa, al vientre que una vez había engañado sus esperanzas; y oyendo, sin comprenderla en aquel momento, la música romántica del dúo, se dijo entre dientes: No importa...; más vieja era Sara.

Pocas horas después de enviar don Juan a Cristeta su romántica y desesperada carta de despedida, recibió de ella un papelito que traía estas palabras escritas con mano temblorosa: «Juan: Oy mismo a las once de la noche te espero en la plaza de oriente frente a la puerta de Palacio, y si no estás decidido a todo no bayas. Cristeta.» <tb>

Y, al leer Espasmo, estamos seguros de que los lectores de buen gusto nos tendrán en cuenta el haberles hecho conocer un vigoroso talento que encarna, puede decirse, la nueva forma de la literatura romántica italiana en esta época.

Miguel quedó tristemente impresionado por aquella escena. Pasó el día vagando de un lado a otro, leyó un poco, escribió otro rato; al fin llegó la noche. Después que hubo cenado y sufrido media hora a su locuacísima huéspeda, se dispuso a acudir a la romántica cita que le había dado la generala.

El viejo mejoraba considerablemente á la esposa de Desnoyers; pero aun así, quedaba una parte enorme para «la romántica» y los suyos. «Hago esto decía en memoria de mi pobre finada y para que no hablen las gentesVenían á continuación ochenta y seis legados, que formaban otros tantos capítulos del volumen testamentario.

Palabra del Dia

lanterna

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