Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 28 de junio de 2025


Hechas ya sus delicadas y lastimosas confidencias se sintió algo más aliviado y sereno, y se dispuso resignado a cumplir la promesa de llevar aquella noche a Beatriz y a Inesita a los Jardines del Buen Retiro.

Seguían luego mujeres, niños y ancianos que parecían penetrados del más profundo dolor, pero de un dolor mudo y resignado, lo que me hizo suponer que a aquella infortunada criatura no la acompañaban sus padres a la última morada, porque las lamentaciones de la naturaleza tienen otro carácter.

Mas Pulidito, alargando el inexorable dedo indicador, cual si fuesen sus falanges elásticas, y agitándolo de arriba abajo con la fatal oscilación de un péndulo acompasado, exclamó con temeroso acento: ¿Lo ves, Pepe?... ¿Lo ves?... ¡Lo dije!... ¡Lo dije!... ¿Qué? replicó Butrón con el aire resignado de quien se prepara a recibir un importuno chubasco.

Treinta y ocho cadáveres al agua mientras ellos bailaban... ¡Qué cosa el mar, caballeros! ¡Qué secretos los suyos! Resignado de antemano a toda clase de emociones, hablaba tranquilamente del próximo fin de este compatriota. Podía haberse muerto la noche anterior, y lo habrían enterrado en Río Janeiro. Podía morirse tres días después, y le darían sepultura en Montevideo o Buenos Aires.

Presenta animadísimos cuadros de costumbres de ciertas clases sociales, tipos de honradez acrisolada y también de criminal astucia y modelos de fina amistad y compañerismo; conmueve profundamente en su triste desenlace, que, por otra parte, se ve coronado con un nimbo de luz de la divina misericordia, dejando el ánimo del lector suavemente resignado y satisfecho.

D. Laureano la miró, sacudiendo al mismo tiempo la cabeza con indignación. ¡Allá voy, escandalosa, allá voy! respondió entre resignado y furioso, y volviéndose a los esposos añadió bajando la voz: Me voy por evitarles otro disgusto. El peor de los males no es tratar con animales, sino con locos. Perdonen ustedes. Buenas noches. Y salió detrás de su querida.

Unos tenían la faz prolongada y ósea, con grandes ojos bovinos y el gesto dulce y resignado: eran los hombres-bueyes deseosos de tenderse en el surco, para rumiar sin la más leve idea de protesta, con inmovilidad solemne.

Ya hace tiempo que me he resignado a permanecer impasible cuando los golpes del Cielo me hieren sin descanso: me he vuelto un ser miserable, sin energía y sin voluntad; me he dejado atar de pies y manos por el destino, y por más que me agito hasta hacer brotar sangre de las articulaciones, eso de nada sirve: impotente soy, impotente seguiré y... ¡nada más!

Es condenado á muerte y llevado al suplicio, persistiendo en su obstinación y en su culpa; pero la única virtud, que ha conservado en su vida, da entrada en su corazón á la gracia de Dios; lo que no han podido lograr el miedo á la muerte y á las penas del infierno, lo consiguen las lágrimas y súplicas de su anciano padre; Enrico se arrepiente, pide á Dios perdón humildemente de sus faltas y sufre resignado una muerte vergonzosa para alcanzar después la vida eterna.

Más de mil años se habían resignado los parias, con el pensamiento puesto en el cielo, confiando en una compensación eterna. Pero el cielo estaba vacío. ¿Qué desgraciado podía ya creer en él?

Palabra del Dia

metropolitanos

Otros Mirando