United States or San Marino ? Vote for the TOP Country of the Week !


Sobre la chimenea, vestida también de raso, había dos magníficos candelabros y un reloj, obra de nuestros plateros del siglo pasado. Los enseres de la chimenea eran igualmente de plata. La alfombra blanca con cenefa azul. En medio un confidente forrado de tisú de oro. Butacas, sillas doradas. En el suelo dos grandes almohadones de pluma.

Era, pues, preciso operar a la vista de aquellos a quienes, más tarde o más temprano, había de llegar el turno. Cuanto hemos descrito sucedió en pocos instantes. Materne y sus hijos contemplaban tales escenas como se contemplan las cosas horribles, para saber lo que son; luego vieron en un rincón, a la izquierda, debajo del reloj antiguo de loza, un montón de brazos y piernas.

Sólo se oía hacia la parte del gabinete el quejido metálico de los rodajes del reloj, y un silencio sepulcral reinaba en el espacio a cada interrupción del diálogo. Diríase que los objetos escuchaban. Has vivido siempre apartado de nosotros prosiguió Pepe y no sabes que el amor que une a los tuyos es más fuerte que el delirio de vuestra fe.

Y si Petra no hubiera adelantado el reloj o si él no lo hubiese creído, tal vez ignoraría toda la vida la desgracia horrible... aquella desgracia que había acabado con la felicidad para siempre.

Una noche, ya al final de septiembre, me había retrasado. Estaba solo en el Rompeolas; el mar, agitado, hacía el estrépito de una serie de truenos al chocar contra las rocas, y levantaba nubes de espuma. en el reloj de la iglesia que daban las once de la noche, y me dirigí hacia casa.

Bien es verdad que el Anselmo era algo más inclinado a los pasatiempos amorosos que el Lotario, al cual llevaban tras los de la caza; pero, cuando se ofrecía, dejaba Anselmo de acudir a sus gustos por seguir los de Lotario, y Lotario dejaba los suyos por acudir a los de Anselmo; y, desta manera, andaban tan a una sus voluntades, que no había concertado reloj que así lo anduviese. »Andaba Anselmo perdido de amores de una doncella principal y hermosa de la misma ciudad, hija de tan buenos padres y tan buena ella por , que se determinó, con el parecer de su amigo Lotario, sin el cual ninguna cosa hacía, de pedilla por esposa a sus padres, y así lo puso en ejecución; y el que llevó la embajada fue Lotario, y el que concluyó el negocio tan a gusto de su amigo, que en breve tiempo se vio puesto en la posesión que deseaba, y Camila tan contenta de haber alcanzado a Anselmo por esposo, que no cesaba de dar gracias al cielo, y a Lotario, por cuyo medio tanto bien le había venido.

Iba a continuar, pero el lamentable estado de abatimiento en que me vio le desarmó, sin duda, y le impulsó a diferir sus explicaciones. Pero, en fin, de eso ya hablaremos dijo tan sólo. Luego sacó el reloj y como viese que eran ya cerca de las ocho, añadió: ¡Eh, Domingo, vamos al colegio! Es lo más prudente que podemos hacer.

Pasó la noche. ¡Qué largas les parecieron las horas, qué medroso el silencio, qué alarmante cualquier rumor, y cómo les desazonaba el ruido metálico y acompasado del reloj, que en cada oscilación del péndulo parecía llevarse un instante de aquella vida que era para ellos el mayor tesoro del mundo!

Juanito era un niño tan hermoso de cuerpo como de alma, con una inteligencia clarísima y un corazón bondadoso y caritativo. Entremos ahora en casa de don Salvador Bueno. El reloj de la iglesia acababa de dar las doce campanadas del mediodía. La casa de don Salvador, situada a la salida del pueblo, tenía un espacioso jardín.

¡Si una criada me sorprendiera, si me viera penetrar en la habitación de un huésped! Al pensarlo, la sangre se paralizó en mis venas. El reloj tocó las doce. Abrí la ventana y miré a lo lejos frente a . Todo parecía dormir; hasta en el cuarto de Roberto, lo mismo que en el de Marta, ninguna luz brillaba. Ambos sepultaban su dolor y su pena en el seno de la obscuridad.