Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 12 de julio de 2025
Hablábamos del mundo al cual iba Luz a salir de pronto y por primera vez, y casi aseguraba yo que esta salida no era muy de su gusto, o, cuando menos, que no la necesitaba... Y, entre paréntesis, quiero que valga este ejemplo, que es el que hallo más a mano, por otros cien que pudieran citarse para pintar el modo de ser de la hija de la marquesa de Montálvez en la ocasión de que se trata.
Y una voz interior severa y algo pedantesca gritaba después de todo aquello: «Pero entendámonos, aunque don Carlos tuviera razón, aunque Dios sea más grande, más bueno que todo lo que pudieran decir y pensar los libros de los hombres, no por eso perdona los pecados de que la conciencia acusa a todos. Don Álvaro estará prohibido, sea Dios como sea. El mal es el mal de todas suertes.
De este pasado, que le hacía sentir el arrepentimiento del ridículo, sólo quedaba aquel mocetón inmóvil ante ella, con ojos suplicantes y un empeño infantil de resucitar tales tiempos... ¡Pobre hombre! ¡Como si las locuras pudieran repetirse cuando se piensa en frío y falta la ilusión, ceguera encantadora de la vida!...
Al ver su gesto desalentado, Alicia continuó hablando. No le asustaba vivir con él por lo que pudieran decir las gentes. Era cierto que tenía un marido, y dominado ahora por un amor senil, iba á negarse á aceptar el divorcio. ¡Pero el caso que ella podía hacer de este obstáculo y de los comentarios de su mundo!... Mayores audacias contaba en su historia.
Estos obraban á su entero albedrío en dar por cómplices en la traicion á cuantos querian: estos confiscaban los bienes sin tener los oidos abiertos á los descargos que pudieran traer en su defensa los acusados; i estos en fin encaminaban todos sus pasos, llevando por guia, cuando no el odio á los hebreos, la codicia de apoderarse de sus bienes.
Amigo, ¡oh!... Esa amistad, Cecilia, es una muralla de hielo que se interpone entre usted y yo... Comprendo que no tengo mérito alguno para merecer el amor de usted... que hay cien jóvenes en la villa que pudieran con más derecho solicitarlo... Pero lo extraño, lo que me anima y desanima a un mismo tiempo, es que usted no se ha fijado en ninguno hasta ahora... Su corazón permanece ocioso, indiferente... Digo, a no ser que tenga usted algún amor oculto.
Esto me sucede también en mis horas de recogimiento místico; en mis meditaciones siento como un fuego dentro del corazón, cuya llama no puede salir del pecho; verdaderamente, Dios no necesita de mis palabras para comprender mis intenciones, pero yo desearía que el fuego que pugna por salir del pecho convertido en palabras, se deslizara poco a poco por mi boca en cantos de alabanzas, en acciones de gracias, en himnos y oraciones; y que después pudieran escribirse, para que por siempre fuera su gloria ensalzada como yo lo deseo en los misteriosos secretos de mi corazón.
Para establecer el arreglo propuesto era preciso a los principios el que de Buenos Aires se enviasen a los pueblos algunas cantidades de dinero, siquiera 2 o 3.000 pesos a cada pueblo, pues sin él nada sería verificable; y, siendo cosa cierta que muchos pueblos no tienen allí fondos propios, pudieran suplírseles del real erario a cuenta del tabaco que beneficiarían después.
Y en la memoria de Vázquez fueron precisándose una serie de pequeños detalles, que bien pudieran considerarse síntomas de la simpatía de Coca... El agrado con que siempre le recibiera, el rubor que solía enrojecerle las mejillas cuando le hablaba, las cariñosas miradas que más de una vez sorprendió en sus ojos claros y límpidos... ¡El obstáculo era ese maldito capitán Pérez!
S. M., con tanta elegancia y propiedad que calificó en ella su erudición y gran conocimiento del arte, porque son tan excelentes, que sólo en él pudieran lograr las merecidas alabanzas».
Palabra del Dia
Otros Mirando