Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 23 de junio de 2025
Y el Señor dijo: Yo Soy Jesús, a quien tú persigues. 16 Mas levántate, y ponte sobre tus pies; porque para esto te he aparecido, para ponerte por ministro y testigo de las cosas que has visto, y de aquellas en que apareceré a ti; 17 librándote de este pueblo y de los gentiles, a los cuales ahora te envío,
Tú, después de dar mil vueltas, vienes a mí... Pues mira, simplona, te juro que en este momento, vista tu terquedad en no dejarte curar, debiera yo ponerte los puntos..., y si no fuera por esta...». Se levantó, y, tomando un retrato que sobre la mesa estaba, lo mostró a Isidora. «¡Ah!, tu novia... Ya sé que te casas pronto, maulón. ¿Sabes que no vale nada? Te pego si lo vuelves a decir.
Mendoza se puso colorado y comenzó a balbucir: ¡Yo no he sido!... ¡Demasiado sé yo!... El conde se ha empeñado... Decía que era necesaria una persona... No nos atrevimos a ponerte a ti por si no querías... De todos modos ya sabes... Bueno, bueno; ya lo sé todo repuso Miguel con acritud. Pero estas cosas, querido Perico, se dicen por si no convienen. Así quedó el asunto.
Siempre has tenido la manía de ponerte muy guapote... y sin consecuencias ulteriores, como no sea la de enseñarte de balde por esas calles de Dios... Hasta ahora no te he visto conquistar a nadie más que a la planchadora del colegio... Esto último se lo dijo en un tono más irritado, que podía achacarse muy bien al recuerdo de su derrota. ¿Qué te propones saliendo a la calle tan perfilado?
Bartolo dejó escapar un bufido dubitativo. ¿Qué gruñes tú, burro, qué gruñes? exclamó Quino con rabia. ¿Acaso piensas tú ponerte delante de Toribión? No sería la vez primera. Quino y Celso cambiaron una mirada y sacudieron la cabeza entre irritados y alegres. No sería la vez primera repitió Bartolo sin advertirlo. Una noche que fuí á cortejar á Muñera tropecé con él cerca de Puente de Arco.
Callaba Benina, tapándose la boca con la sábana, y esta humildad y moderación encendieron más el rencorcillo de la viuda de Zapata, que prosiguió molestando a su compañera: «Nadie reconoce como yo tus buenas cualidades, porque las tienes; pero hay que ponerte siempre a distancia, no dejarte salir de tu baja condición, para que no te desmandes, para que no te subas a las barbas de los superiores.
Perdóname y pide a la fortuna, en el mejor modo que supieres, que nos saque deste miserable trabajo en que estamos puestos los dos; que yo prometo de ponerte una corona de laurel en la cabeza, que no parezcas sino un laureado poeta, y de darte los piensos doblados.
A ver. Es sentir común de la Iglesia desde los primeros concilios. Es punto opinable, ¡quoniam! A mí no me vengas a asustar tú con concilios ni concilias. ¿Querrás saber más que Santo Tomás? ¿Y tú querrás ponerte contra el Doctor de la gracia? ¡Nadie es capaz de rebatirme esto! Señores... la gracia.... ¡Que nos despeñamos de vez! ¡Eso es herejía formal; es pelagianismo puro!
Antes de que ganar pudiera la altura en que el africano se encontraba, anunció a gritos su llegada, diciéndole: «¡Pero, hijo, vaya un sitio que has ido a escoger para ponerte al sol! ¿Es que quieres secarte, y volverte cuero para tambores?... ¡Eh... Almudena, que soy yo, que soy yo la que sube por estas escaleras alfombradas!... Chico, ¿pero qué?... ¿Estás tonto, estás dormido?».
Digo la verdad; Juan es el alma de la fábrica, y me felicito de ello. Hacía algunos minutos que la señora Aubry miraba atentamente la cara de su marido, en la que se revelaba una profunda tristeza. En fin aconsejó, no te fatigues; te encuentro algo cansado desde hace algunos días, sobre todo hoy... ¡Bah, bah! esto no es nada, la comida me confortará; no vayas ahora a ponerte cavilosa.
Palabra del Dia
Otros Mirando