Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 1 de junio de 2025


Pues si te secas le contestó su tía, que hasta para consolar era regañona y desapacible , pues si te secas, ¡demonche!, mejor, ponemos un ama, y a vivir... Diga usted, tía, ¿ha venido mi marido? Segunda la miró asombrada. «¡Tu marido!... ¿sabes la hora que es? ¿Y para qué quieres que venga acá ese tipo?».

Vicente, ¿debe templarse el Burdeos? ¿Dónde ponemos la estatua que han traído hoy? ¿A qué hora se sirve en Londres ese licor que hemos recibido?

1 Hermanos míos, no os hagáis muchos maestros, sabiendo que recibiremos mayor condenación. 2 Porque todos ofendemos en muchas cosas. Si alguno no ofende en palabra, éste es varón perfecto, que también puede con freno gobernar todo el cuerpo. 3 He aquí, nosotros ponemos freno en la boca de los caballos para que nos obedezcan, y gobernamos todo su cuerpo.

Tampoco sabemos á qué sirven muchos otros seres, y no obstante, ni por eso negamos su existencia, ni ponemos en duda su utilidad. ¿Quién nos ha dicho que la fuerza vital que reside en el bruto no haya de tener ningun objeto en destruyéndose la organizacion que ella animaba?

Entre tanto, cumpliendo con el refrán de «Niño no tenemos, y nombre le ponemos», habían cavilado mucho y disputado más los Condes sobre el nombre que había de tener el marquesado. Convenían los dos en que el nombre había de ser el de alguna finca rústica que ellos poseyesen; pero, por desgracia, los de las fincas del marido de Rosita eran imposibles.

Nosotros ni quitamos ni ponemos, no entramos en esas honduras y decimos caritativamente que el virrey supo, en el juicio de residencia, hacerse absolver de este cargo, como hijo de la envidia y de la maledicencia humanas. En julio de 1776, después de cerca de quince años de gobierno, lo reemplazó el excelentísimo señor don Manuel Guirior.

Tenemos al monstruo acorralado, dijo Tragomer, pero estad seguros de que hará una formidable defensa. Por su audacia de anoche, cuando no estaba descubierto sino en parte, se puede juzgar lo que podemos esperar de él cuando ya se conoce toda la verdad. Es preciso atacarlo con toda energía, pues si no lo ponemos en seguida fuera de combate, se revolverá y tendremos que sufrir un choque desesperado.

En el momento presente de nuestra historia prevalecía en doña Inés el empeño de empujar a Juanita hacía el monjío. Preveía para ella peligros inminentes y ansiaba salvarla, aun a costa de privarse de su agradable presencia y de su dulce trato. Se comprenderá qué clase de peligros temía la señora de Roldan si echamos una ligera ojeada retrospectiva y ponemos al lector en antecedentes.

No vemos en ellas más que lo que nosotros les ponemos de nuestra cosecha; no sirven para otra cosa sino para fijar un poco la fugitiva, la indecisa idea... Desengáñate, tanto los artistas como los poetas, son los más cándidos de entre los hombres y los peores jueces que pueden encontrarse para establecer correlación entre lo físico y lo moral, porque no pintan lo que realmente ven, sino lo que creen ver a través del prisma de su imaginación... No pintan lo natural, sino según el natural, lo que no es lo mismo.

Pues ahí, en la bodega, en un cajón, están guardadas las casitas, y los pastores, y los rebaños, y el portal, ¡y todo! Si tus tías quieren, hasta nacimiento habrá, Rodolfito. Tía Carmen, con su buen humor de siempre, se soltó hablando: ¿Pues , por qué no? Mañana nos ponemos a la obra, y la fiesta saldrá muy lucida.

Palabra del Dia

metropolitanos

Otros Mirando