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Aun las pequeñas que ostentaban zapatos nuevos, debidos a la caridad de doña Jacinta, los habrían cambiado por aquella monstruosa y relumbrante piedra. La poseedora de ella, después que recorrió ambos corredores enseñándola, se pegó otra vez a la señorita, frotándose el lomo contra ella como los gatos.

Salvador no dijo nada. Sospechaba que en la cabeza de su hermano había una idea monstruosa, y no quiso perseguir aquella idea, temiendo ver confirmada la triste sospecha. Dejándole que se achicharrase otra vez las manos, se acercó a la ventana para ver la nevada, que aquel día era abundantísima. Parecía que el mundo navegaba por un piélago infinito de plumas de cisne.

El prólogo y las notas que le acompañan, demuestran que carecía en absoluto de capacidad suficiente para comprender en su conjunto una obra artística y poética; califica la tragedia inglesa de producción literaria tan extraordinaria como monstruosa, cuya acción pierde en interés por los sucesos de la fábula, fuera de su lugar, y por los episodios inútiles que la afean, añadiendo que con frecuencia pasa de lo trágico más sublime á bufonerías dirigidas á excitar la risa del público, y compara la expresión not a mouse stirring con las de la Ifigenia francesa

Se miró prolongadamente en la luna y murmuró como si hablase consigo misma: ¡De todos modos me encuentro bien cambiada, bien decaída, bien fea! ¿Cómo fea? La doncellita protestó con todas sus fuerzas de aquella monstruosa aserción. Jamás había estado tan hermosa la señorita. Parece mentira prosiguió ésta que una fiebrecilla gástrica me haya arruinado tanto.

No hay que asustarse ni considerar monstruosa la suma, porque los reis del Brasil son fracos, y cada uno vale la mitad de un rei de Portugal o rei gordo. Arturo, por lo tanto, no gastó una enormidad; pero, como cada conto de reis fracos equivale sobre poco más o menos a 2.500 francos, siempre resultó que su gasto, a pesar de las grandes riquezas del Sr.

Los peones, calados hasta los huesos, con su flacura en relieve por la ropa pegada al cuerpo, despeñaban las vigas por la barranca. Cada esfuerzo arrancaba un unísono grito de ánimo, y cuando la monstruosa viga rodaba dando tumbos y se hundía con un cañonazo en el agua, todos los peones lanzaban su ¡a...ijú! de triunfo.

Le empujó hacia la escalera, poniéndose un dedo en los labios en señal de silencio y prudencia, y Andrés subió en calcetines y en mangas de camisa, como le había sorprendido durmiendo aquella tentación monstruosa.... Al ver el mozo cómo la puerta cerrada le aseguraba la presa, se rehizo sobre sus piernas, no muy fuertes, y avanzó de nuevo hacia Carmen con los brazos extendidos.

PABLO Verlaine tenía una sed fatal, una sed monstruosa y suicida, y bebió hasta la muerte. Tal vez oía la voz de una sirena fabulosa en el fondo glauco del ajenjo. El ruiseñor protervo iba al café D'Harcourt y bebía, bebía... Las cuartillas aguardaban en una carpeta, junto al tintero feo, mezquino, de fosforero de café.

Movía la pierna con dificultad; una metálica sequedad de garganta, seguida de sed quemante, le arrancó un nuevo juramento. Llegó por fin al rancho, y se echó de brazos sobre la rueda de un trapiche. Los dos puntitos violeta desaparecían ahora en la monstruosa hinchazón del pie entero. La piel parecía adelgazada y a punto de ceder, de tensa.

¡Lo que darían en Berlín por mi tesoro!... Nunca comió mejor Argensola. La consideración de las grandes carestías sufridas por el adversario espoleaban su apetito, dándole una capacidad monstruosa. El pan blanco, de corteza dorada y crujiente, le sumía en un éxtasis religioso. ¡Si el amigo Guillermo pillase esto! decía á su compañero.