Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 7 de junio de 2025


Sobre aquellos muros había ondeado la sacrosanta enseña de Castilla, en una época en que, si la tenue brisa de la caída de la tarde plegaba sus paños en otros horizontes, los matinales céfiros acariciaban sus colores enseñando al primer rayo del sol los castillos y leones, inseparables compañeros de su luz.

Por primera vez la gran fecha de Francia era festejada en un buque alemán; y mientras los músicos seguían paseando por los diversos pisos una Marsellesa galopante, sudorosa y con el pelo suelto, los grupos matinales comentaban el suceso. «¡Qué finura! decían las damas sudamericanas . Estos alemanes no son tan ordinarios como parecen.

Su uso, en general, está fundado en la alternativa de calosfríos y calor, en un calor violento, en la irritacion de los bronquios, el deseo de bebidas frias, pulso fuerte y frecuente, cefalalgia frontal y temporal, con tension, irritabilidad moral, agravacion á la mitad de la noche, y sudores abundantes, ácidos y nocturnos, ó mas bien matinales. =A.= Fiebres intermitente, remitente y biliosa.

No pudiendo mi imaginación abandonar el hilo de oro de sus ideas, aun todavía yo soñoliento, se me escapaban de mis labios estas palabras, que Bartolo, tomándolas por otras tantas interrogaciones matinales de las que acostumbro hacerle, procuraba satisfacer del mejor modo, entablándose así el siguiente diálogo: ¡Oh, Ismael!

Y en rápidos Giros Suspiros De amor, La brisa Se lleve Con leve Rumor! Ya cruzan las parejas Y alegres se suceden, Y todos se preceden Girando sin cesar, Como se balancean Las matinales brumas, Ó cándidas espumas Del agitado mar. Oh, valz, imágen De la armonia! de alegria Sabes llenar, El alma triste De los dolientes Que en tus corrientes Pueden flotar.

Luego de saludar Canterac ceremoniosamente desde lejos á su adversario y á los padrinos de éste, empezó á pasearse por la orilla del río. Fingía divertirse siguiendo con sus ojos el revuelo de los pájaros matinales ó arrojando piedras á la corriente. El contratista, que deseaba no ser menos que él, imitándole en todo, se paseó también junto á los sauces, mirando al río.

Por la tarde tenía su famosa tertulia de canónigos y graves señores, a los que recibía con un aire de soberana. Estos eran los que iban a heredarla, como mandatarios y representantes de varias corporaciones de carácter religioso. La debía visitar inmediatamente, sorprenderla en su soledad después de la misa y los ejercicios matinales. Doña Juana vivía en un palacio inmediato a la catedral.

La mitad de su renta fué para el duque, que viajaba ó vivía en París en casa de una antigua amante, mientras Alicia podía hacer su voluntad en su palacete blanco de la Avenida del Bosque, ostentando una corona ducal un sus ropas interiores, en sus vajillas y en las portezuelas de los automóviles. La pequeña amazona de las cabalgadas matinales era ahora una mujer de soberbia belleza.

Debía sentir impaciencia por encontrarse con él. Media hora antes la había visto en el paseo mirando a todas partes, como si lo buscase. Ni siquiera había hecho sus arreglos matinales. Iba como si se hubiese vestido a toda prisa, y con la melena alborotada. Debe haber vuelto a su camarote para adecentarse un poco. Tiene hambre de verle.

No muy lejos del tocador, una silla forrada de reps, sobre la cual descansaban hacinadas varias prendas de vestir, masculinas. Hasta el instante de dar comienzo esta verídica historia, nada más se veía. Esperemos. Suenan por la parte de afuera algunos ruidos matinales que dejan presumir el sitio en que nos hallamos.

Palabra del Dia

irrascible

Otros Mirando