United States or Ethiopia ? Vote for the TOP Country of the Week !


8 Y los caldeos pusieron a fuego la casa del rey y las casas del pueblo, y derribaron los muros de Jerusalén. 9 Y el resto del pueblo que había quedado en la ciudad, y los que se habían adherido a él, con todo el resto del pueblo que había quedado, los transportó a Babilonia Nabuzaradán, capitán de la guardia.

Los muros que forman estos centenares de piezas, tienen mas de un metro de ancho, generalmente construidos como para caminar sobre ellos, lo que sin duda se hacia para penetrar en las habitaciones por el techo, no teniendo otra entrada.

Hay junto a la pared un grande y blanco arcaz con la cebada igual que en las novelas picarescas ; penden de largas estacas, ringladas en los muros, enjalmas y ataharres. Doy voces; en uno de los cuartos, tras la cortina, oigo un ronroneo tenue, y, a intervalos, un suspiro y el traqueteo rítmico de una silla. Avanzo; me cuelo por la puertecilla del fondo. Estoy en una cocina solitaria.

La servidumbre se ríe a hurtadillas cuando mando levantar los puentes; sabe que eso es inútil, porque se puede penetrar en el castillo por los muros agujereados. ¡Levantar los puentes! ¡Ja, ja, ja! ELSA. No eres justo, padre; mi Enrique es honrado y noble. ¿No te ha tendido la mano para obtener tu gracia? EL CONDE. , y yo no he aceptado esa mano.

Restaurado con esmero, incendiáronlo á su turno en 1810 las tropas francesas invasoras, dejándolo reducido á un sublime escombro. Hoy no quedan sino los muros interiores y exteriores, los torreones rotos, las cuatro espléndidas fachadas, los sótanos y cimientos; sin techumbres ningunas, despedazados los arcos que ligaban los muros, vacíos los huecos de los balcones y todo en ruina.

Y luego mi vista recorría con asombro los muros del despacho, empapelados de color granate; los muebles tallados de los cuales no tenía la menor idea, y comparaba aquello que yo creía la última expresión del lujo con el destartalamiento de la carpa del coronel que, a nosotros, nos parecía suntuosa.

El catedrático le miró, frunció las cejas y agitó la cabeza como diciendo: ¡Insolentillo, ya me las pagarás! La clase era un gran espacio rectangular con grandes ventanas enrejadas que daban paso abundante al aire y á la luz. A lo largo de los muros se veían tres anchas gradas de piedra cubiertas de madera, llenas de alumnos colocados en orden alfabético.

El Tato no miraba estos planos de roble y nogal con tropeles de jinetes y racimos de soldados escalando los muros de las ciudades moras.

Alvaro Peña se levanta exaltado a su vez, ardiendo en noble deseo de llevar el convencimiento a su adversario, y se entabla una contienda furiosa, descomunal, que dura cerca de una hora, en la que toman parte todos o casi todos los socios de aquella ilustre reunión de notables. Nada más semejante a las famosas reyertas que entre los griegos pasaban delante de los muros de Ilion.

Todos los siervos del templo sentían removerse sus espíritus endurecidos e insensibles como la piedra de los muros ante estas evocaciones de un mundo lejano que jamás habían de ver. Los esplendores de la civilización moderna les conmovían más sinceramente que las bellezas del cielo descritas en los sermones.