Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 7 de julio de 2025


Se disolvieron las brumas matinales; el sol mostró al fin su disco brillante y limpio, prolongando en el suelo las sombras de hombres y árboles con una longitud fantástica. Surgían de la niebla colinas y bosques, frescos y chorreantes después de la ablución matinal. El valle quedaba por entero al descubierto. Desnoyers vió con sorpresa el río desde el lugar que ocupaba.

Rompía a tocar la banda una «Marcha granadera» del tiempo de Federico el Grande, con estruendosos alaridos de trompetería, y poco a poco la gente iba poblando el paseo. El buque, húmedo, sombreado, limpio, parecía sonreír como un dormilón que se despabila con las frías abluciones matinales.

Un camarero vestido de pielroja, con gran abundancia de plumas, iba ante la música haciendo molinetes con una cachiporra de tambor mayor. Saludábanse los pasajeros matinales en el paseo con grandes elogios al día. El agua era gris, el cielo estaba encapotado; el Océano ecuatorial ofrecía el aspecto de un mar del Septentrión. La brisa fresca que venía de proa ahuyentaba el temido calor.

Había vivido aquélla maritalmente durante algunos meses con un amigo suyo, «compañero de la prensa»; luego la había encontrado de corista en un teatro por horas y en varias fiestas nocturnas o matinales en los entresuelos de Fornos y en las Ventas.

Maltrana creía verle con diverso aspecto en las varias horas del día: soñoliento y torpe al amanecer; alegre y risueño después de las abluciones matinales; pesado y cabeceador luego de mediodía, al adormecerse el Océano bajo el incendio solar; melancólico y rumoroso como un jardín antiguo a la caída de la tarde, cuando las cubiertas se teñían de un rojo naranja, prolongándose las sombras de las personas con la esbeltez de los cipreses; ruidoso y frívolo al cerrar la noche, con una alegría semejante al hervor del champán, a la sonrisa de unos labios pintados, a la languidez de unos ojos engrandecidos por el kohol.

El jefe del fielato, que, libre ya de las ocupaciones matinales, seguía desde la puerta el paso de los trabajadores, llamó a un joven que venía de Madrid y le invitó a fumar un cigarro. Tiempo le quedaba de descansar: tenía el día entero para dormir.

Las blancas burbujas que se escapaban de los tubos y la compacta columna de humo que perezosamente se iba confundiendo con las matinales brumas, bien claramente demostraban que el coloso estaba listo para alentar con sus potentes transpiraciones, las dobles hélices.

Dos o tres pollastres matinales con cuello bajo y los puños muy sacados entraron lanzando rápidas miradas investigadoras a todos los sitios.

Cerráronsele los ojos de golpe; volvió á abrirlos y volvió á cerrarlos. Al cabo de algunos instantes torna á abrirlos é inmediatamente se le cierran. Esta vez ya no los abre. Los ruidos matinales que antes se escuchaban se habían ido trasformando poco á poco. Oíase ahora el andar acompasado de los transeuntes y los saludos que al pasar se dirigían.

La confesión y la declaración van dirigidas a un ser que yo me finjo: a un ser que mi imaginación ha forjado. ¿Querréis vos y podréis vos demostrar que convenís sustancialmente con lo imaginado por ; que sois la forma material y visible del espectro etéreo por quien estoy obsesa, y el astro luminoso cuyos matinales resplandores columbro, y el ansiado aliento de primavera, que al venir el alba despierta y mueve a cantar a las aves, y separa y extiende los pétalos de las flores para recoger su aroma y darles en pago su rocío?

Palabra del Dia

buque

Otros Mirando