Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 29 de mayo de 2025


Pues entonces no viajaré más que de día; no saldré de la carretera, y me haré acompañar por gente segura. Vanas precauciones. Aunque tuviera que hacer ocultar a la gente en su propia alcoba para haceros registrar al regreso, se apoderaría del documento, no lo dudéis... En ese caso no saldré. ¿Y la señorita? Es preciso que parta, Mathys.

Una sonrisa irónica apareció en los labios de Mathys, aunque creyera interiormente en la sinceridad de Catalina, y aunque estuviera inclinado a embriagarse en la esperanza halagadora que, por cálculo, ella le había hecho sorber gota a gota. ¿De manera que ella no os ha dicho nada? preguntó con expresión indiferente . Eso no es más que una sospecha.

Aunque lo dominara el miedo tenía la confusa esperanza de que el aya no quería hacer nada contra él. Pero, como esta esperanza era muy dudosa, un sudor frío bañaba la frente del intendente consternado. Vamos, mi buen Mathys dijo la condesa , estáis enfermo. Tengo piedad de vuestros terrores inexplicables. Tratad de calmar vuestros sentidos agitados.

Si tomo estas precauciones, Mathys, es solamente para preservaros de un gran peligro. No podré, sin duda, ser vuestra mujer; pero me habéis demostrado afecto, y quiero demostraros, al menos, que soy agradecida. ¿Que no podréis ser mi mujer? ¡Oh! os juro, Marta, que me han calumniado. Yo así lo creo, señor, y me lo va a demostrar la sinceridad de vuestras palabras.

No me preguntéis eso respondió la condesa visiblemente molestada por la curiosidad del aya . Mathys ha ido esta mañana a hablar con la directora del convento y a anunciarle la llegada de Elena. Si regresa antes de la noche, podréis preguntarle lo que os interesa.

Mañana os propondrá... os preguntará si queréis ser su mujer. No lo rechacéis. La mujer de Mathys exclamó la viuda con extrema palidez en las mejillas . ¿Yo la mujer de ese hombre vulgar y bajo? Os equivocáis respecto al sentido de mis palabras interrumpió la campesina . No digo que debéis ser la esposa de ese hombre despreciable. Aceptad su proposición en apariencia.

No me preguntéis nada de eso replicó Mathys . El día de nuestro casamiento lo sabréis todo. Antes no me arrancaréis una palabra. Vos misma reconoceréis que este silencio era una plausible prudencia. Hablemos ahora de asuntos serios. La escena que acaba de producirse entre la condesa y yo, no nos permite esperar largo tiempo. Debemos apurar cuanto se pueda nuestro casamiento.

Ha corrompido a Marta como a Rosalía, por medio de dinero y de promesas, para favorecer sus proyectos. Ahora lo comprendo todo. Ha huído para ir a advertir a Federico que Elena va a ser conducida a la casa de sanidad. Tiene esperanza de impedirlo. Vamos, Mathys, poseemos los medios infalibles para frustrar su esperanza.

Temblando de impaciencia y de esperanza, apoyó el oído a la puerta; pero su esperanza quedó frustrada porque las voces parecieron calmarse y se debilitaron... De pronto, como si la condesa le hubiera inferido una injuria sangrienta, el intendente le replicó con nuevo furor. La viuda se inclinó y pegó el oído contra el agujero de la cerradura. En esa actitud oía casi todo lo que decía Mathys.

, hace buen tiempo... Buenos días murmuró Mathys sin mirar a la campesina. Dicho esto, acortó el paso como si quisiera quedarse más atrás. Perdone, señor intendente, que me atreva a hacerle una pregunta: mi respeto, mi afecto por usted son mi disculpa. Parecéis estar enfermo, pero confío que no será nada. No estoy enfermo respondió Mathys refunfuñando.

Palabra del Dia

ancona

Otros Mirando