United States or Aruba ? Vote for the TOP Country of the Week !


Mujer... suplicó Belarmino. Xuantipa, cuando él lo dice.... Belarmino es un hombre verdadero medió el señor Colignon. ¿Ese un hombre verdadero? ¿Ese mastuerzo, ese babayo, un hombre verdadero? Lo habrá sido antes, de soltero. Ahora.... Un tontorontaina, un hazmerreír, un holgazán. Eso, eso es lo que es. Usted no le conoce, señor Coliñón. Esto que yo he deseado decir es que Belarmino habla verdad.

Sin embargo, desde hacía algunos años tenía dudas respecto al derecho de usar de aquella ciencia, creyendo que las plantas no podían hacer ningún efecto sin el rezo y que el rezo debía bastar sin las plantas; así es que sus delicias hereditarias de vagar por los campos para recoger la digital, el acónito y el mastuerzo, comenzaron a revestir ante sus ojos las formas de la tentación.

Observé que la criada la obedecía con prontitud y respeto, y lo mismo un criado a quien llamó para colocar la cómoda que hacía falta. ¿El joven que salió a abrirme es pariente de usted? le pregunté. ¿Eduardito?... Es mi hermano. Raro me pareció que llamase Eduardito a aquel mastuerzo, y más ella que podría pasar sin inclinarse por debajo de sus piernas.

Y a la fuerza, cogiéndole por las manos, lo alzó de la silla y se puso a dar vueltas con él, entonando uno de los cantos largos y monótonos del país. Fray Diego se sintió rejuvenecido. Recordaba sus tiempos de mastuerzo allá en la aldea, cuando su tío el cura de Areces le molía a palos porque saltaba de noche por la ventana para ir a cortejar las mozas de los pueblos vecinos.

Clementina siguió murmurando después de haberse ido: ¡Pero qué atrevido es este gallegazo! ¿Habrá mastuerzo? No creo que a nadie más que a le toquen semejantes criados.... Apaciguándose de pronto por virtud de otra idea que le acudió, dijo: Anda, ven a vestirme, que ya es tarde. Entró en su tocador seguida de Estefanía. Contra lo que debía presumirse, ésta tenía el semblante grave y nublado.

Esta conducta indignó a Miguel en alto grado, y lo que acabó de desprestigiar al cura fue que, en vez de avergonzarse de haber pegado a un hombre que no se defendía, aún se jactaba de ello el muy ruin. «¿Has visto, barájoles, has visto qué mocada tan gorda le asesté la primera? ¿Qué bien sonó, eh?... Pues aún fueron mejores las que le di por debajo, en las narices, aunque no sonaban tanto... ¡Barájoles, ya le tenía yo ganas a ese mastuerzo!... ¡que eche roncas ahora con sus dientes de caimán

Es la hora repuso el mozo, malhumorado. Y ¿quién te ha dicho a ti que era la hora? El reloj. Pues aquí no hay más reloj que yo; ¿lo entiendes, mastuerzo? dijo el expendedor con voz colérica, sacando cuanto pudo el airado rostro por la ventanilla. ¡Vaya, vaya! ¡Pues no faltaba más que estuviésemos aquí sujetos a la voluntad de los señores mozos!

Emma arrojó el buche de Jerez al suelo, y alargando más el pie hacia su esposo y enseñando parte de la pantorrilla, gritó como si hablara a un sordo: Quiero decir, por los clavos de una puerta, entiéndelo, que bien claro está... quiero decir que... qué te parece de ese pie que te enseño, mastuerzo. Primoroso, hija mía.

Sólo Tristán parecía descontento y lo manifestaba con sordos gruñidos. ¿Qué le pasa al mastuerzo éste? dijo Simón en voz baja, deteniéndose y mirando á Tristán.

¿Y qué? exclamó ella con violencia. ¿Porque es mi madre me ha de mortificar a todas horas y en todos los momentos?... ¡Si cree que yo lo voy a sufrir, está bien equivocada! ¡Anda, que la sufra ese mastuerzo, que para eso le saca los cuartos!... Aquí ya no hay mimos más que para él... Mira, Gonzalo, si quieres que seamos amigos, no me toques más esa tecla.