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Actualizado: 1 de mayo de 2025
«Mire usted, compañero le dijo con reposado acento ; cuando trato las cosas en serio, ya sabe usted que las bromas me parecen impertinentes, ¿estamos? Es poco delicado en usted suponer que he tenido algún lío con esa señora, y que lo disimilo con la hipocresía de querer reconciliar el matrimonio. Vamos, que se pasa usted de pillín...». Era un suponer, D. Evaristo manifestó Rubín desdiciéndose.
Su amiga se conformaba con sonreír o mirarla de soslayo, distraída, porque aquel mutismo de Charito, sin preocuparla, le permitía abandonarse a la encantada dulzura de sus propios pensamientos. Al fin Charito no pudo contenerse: ¿Ves lo que gano por ser contigo demasiado buena? Le han traído el cuento a mamá de que yo me doy cita con muchachos en el Museo. ¿Te imaginas? Todo un lío por causa tuya.
Hecho el proyecto, lió los bártulos y se instaló en Cádiz, de donde salió á los tres años, montando el Neblí como agregado.
Y la duquesa aquel día real y verdaderamente despachó a un paje suyo, que había hecho en la selva la figura encantada de Dulcinea, a Teresa Panza, con la carta de su marido Sancho Panza, y con el lío de ropa que había dejado para que se le enviase, encargándole le trujese buena relación de todo lo que con ella pasase.
Maltrana besó aquel hermano inesperado que de repente surgía en su familia; vio en el lío de ropas mojadas y malolientes una cabeza enorme sobre un cuello delgado; un cuerpecillo débil que anunciaba una fealdad igual a la suya. Desde entonces dividió sus caricias entre el chiquitín y el pobre Capitán, que parecía celoso de este huésped que monopolizaba todas las atenciones de la familia.
Rubín estaba furioso, y sostenía que el Gobierno no tenía vergüenza si no fusilaba en el acto... pero en el acto... a Martínez Campos, a Jovellar y todos los demás que habían andado en aquel lío. Cuando sus amigos no le querían oír sobre este particular, hablaba solo. Desmentía categóricamente cuantas noticias llegaban al café. Todo era falso.
«Bien, bien dijo el padre de la patria, no desdeñándose de inclinarse para recoger lo que estaba por el suelo . Ahora quítese usted el mantón de Manila». Isidora se lo quitó, y haciéndolo como un lío se lo tiró a la cara. «¿Quiere usted que le entregue todos mis vestidos? No es preciso que me los entregue usted replicó Botín con calma feroz . Yo me haré cargo de ellos.
La cocinilla no estaba desprovista de pucheros, cacerolas, botellas, ni tampoco de víveres. En el centro de la habitación, vio Benina un bulto negro, algo como un lío de ropa, o un costal abandonado. A la escasa luz que entraba después de cerrada la puerta, pudo observar que aquel bulto tenía vida. Por el tacto, más que por la vista, comprendió que era una persona.
Traía un pequeño lío pendiente de un palo puesto al hombro, y su marcha como su ademán demostraban firme resolución de no parar hasta medir con sus piernas toda la anchura de la tierra. Celipe... ¿a dónde vas? le preguntó la Nela, deteniéndole.
Ha querido confortar mis penas con sus ilusiones y mi desesperación con su esperanza. Cuando la veo, me dan ganas de vivir y de ser bueno y arreglado y de unirme para siempre con ella. Aquí está...». Viene humildemente vestida y trae un lío de ropa. JOAQUÍN. Más grande es la del Paraíso; al menos así lo dicen, que yo no la he visto. ISIDORA. ¿Ha venido mi padrino?
Palabra del Dia
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