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Actualizado: 28 de junio de 2025


Yo, además, que soy padre intendente, habilitado por la Junta Suprema de Vitoria, en nombre de Su Majestad el Emperador Carlos V, y el padre administrador de correos que está ahí aguardando el correo de Madrid, para despacharlo a su modo, y el padre capitán del resguardo, y el padre gobierno que está allí durmiendo en aquel rincón, por quitarnos de quebraderos de cabeza con la Francia, quedamos fiadores de la conducta de catolicismo de ustedes; y como no somos capaces de robar a nadie, tome usted, señor Fernández, sus tres mil reales en esas doce onzas de oro, que es la cuenta cabal: y se las dio el padre efectivamente.

Este es en substancia el concepto que tengo formado de los establecimientos de la costa patagónica, en los cuales lleva S.M. gastados hasta el mes de Mayo del año pasado de 1782, 1,024,051 pesos y 3 reares, segun las relaciones que me ha pasado el Intendente para instruir este informe: y por mucho que se minoren los gastos, segun se está practicando, será siempre considerable suma la que se emplee, pues no puede esperarse que el establecimiento de San Julian para sostenerse, ni que el del Rio Negro pueda darlo en el todo en este año, ni aun en el venidero.

¡Dios mío! no me hable usted de ello; hay en eso un misterio inconcebible... Nosotros pensamos que es algún príncipe disfrazado... Hay tantos que corren el mundo por humorada... Este posee todos los talentos imaginables: monta á caballo, toca el piano y dibuja, todo de una manera admirable... Entre nosotros, mi querido subprefecto, creo que es un pésimo intendente, pero indudablemente, es un hombre muy agradable.

Hasta fray Anselmo las aprovechó, a pesar de haber anunciado que prefería una tarima y aun el duro suelo... ¡Estaban todos tan cansados! Pocos servidores tenía Pablo: un intendente general, un ayuda de cámara y un cocinero, tres viejos catarrosos, más gordos y reservados que canónigos, los cuales a su vez manejaban tres o cuatro galopines para los barridos y fregados.

Se trazó el itinerario, se dispuso y se comenzó el arreglo de la impedimenta, ¡que ya tenía que ver!, y hasta se fijó día para la salida de Madrid. Algunos antes llamó el marqués a su despacho a Simón, el hombre de su confianza, su administrador general e intendente. Dos palabras sobre este personaje: Era manchego, y estaba al servicio del marqués desde algunos años antes que éste se casara.

¿Qué es lo que os apena tanto? le preguntó . Parece que tuvierais ganas de llorar. Catalina estaba muy triste, en efecto. Para salvar a su amiga amenazada, había tenido que recurrir a una mentira peligrosa. ¿Qué iba a suceder ahora; si el intendente, alentado por la falsa revelación, se ponía a asediar a Marta con su afecto más vivamente que nunca?

¿Estáis distraída, Marta? observó el intendente . Decidme, querida amiga, ¿escribiréis esta tarde para que os manden de Bruselas los papeles necesarios? ¿Haréis lo posible, a fin de que no perdamos un instante en celebrar nuestro casamiento? , replicó la viuda cuya mirada se encontraba irresistiblemente atraída por el cofre de hierro.

Fué preciso que Su Ilustrísima se lo suplicara con mucho empeño. «He hecho una obra buena, decía; ¿qué mejor aplicación he podido dar á esa parte del caudal que el Señor me ha confiado?...» Le digo á usted que era todo un bendito de Dios el señor Intendente. Reíme de veras con el sucedido de los comediantes.

Si me marcho sin dar media docena de funciones, me pierdo para toda la vida. ¿Cuánto pueden valerle á usted las seis funciones?, le preguntó el Intendente. Yo cuento, señor, con que no baje de quinientos reales después de pagar la bodega, las luces y los dos tamborileros que han de tocar durante los intermedios.

Un amo que le demuestra amistad; y ella no es para vos, ¿verdad?, más que una sirvienta que os debe obediencia. Es, pues, natural que haga esfuerzos para ocultar un sentimiento que debe inspirarle temor y vergüenza. El intendente bajó la cabeza y sonrió a sus propios pensamientos, como si aquellas palabras hubiesen determinado en su espíritu una reflexión brusca.

Palabra del Dia

rigoleto

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