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Actualizado: 10 de junio de 2025
No tenía noticia de haber llegado ya a la categoría de prójimo. Qué quieres, chico; los honores vienen cuando menos se piensa. Apesar de lo impertinente y hasta agresivo del tono, Fernanda no se movía del sitio, teniendo siempre cogida del brazo a la amiguita, que no desplegaba los labios. Fijándose un poco, se podría observar que la rica heredera estaba muy nerviosa.
Basta, amigo mío; a tal promesa cerraré de hoy más mis ojos y mis oídos. Por mi parte no puedo menos de agradecerle que me haya llamado con toda confianza y elegido para encargarme la misión de acabar con las audacias de un impertinente. ¡Cómo! ¿Qué quiere usted decir? Tengo el honor de saludarle, señor conde dijo Amaury, haciéndolo gravemente. Perdone usted, Leoville.
Es ya cursi eso de amontonar trastos...» Supongo que encargará usted para su budoir algún cuadrito a Núñez dijo Tristán con sonrisa maliciosa. ¡Vamos, no sea usted rencoroso ni impertinente! replicó Elena dándole con la servilleta suavemente en la cara. Y la charla prosiguió viva y alegre.
Por eso yo me resolví a entregarlo a la tropa, pues de ese modo quitábamos del pueblo a un sujeto nocivo y libraba yo a mi sobrina de un impertinente. Pero Vd. se acordará de aquella misma Nochebuena en que, al hablar de Pablo en mi casa, cuando estábamos cenando, Carmen se echó a llorar.
Y sus compañeros, los padres graves del convento, al ver su leve y triste y siempre dulce sonrisa, su palabra siempre tímida y escasa, y lo dulce de sus sermones, y la paciencia con que asistía un día y otro al confesonario, habían acabado por creerle pobre de espíritu, le trataban con cierta superioridad impertinente, y decían de él que era un buen hombre.
»No pude resistir más, y juzgando que mi posición era ya ridícula y mi rigor impertinente me juré velar por los dos y le prometí acudir al jardín así que diesen las once. »Hay que ser justo, Antoñita, y reconocer que para negarse a acceder a su demanda se habría necesitado poseer toda la discreción de los siete sabios de Grecia, y quizá me quede corto.
Este ensayo se titula No hay amor donde hay agravio, drama muy semejante en su fábula á El médico de su honra, pero escrito acaso con anterioridad á la tragedia de Calderón: una doncella, que, al verse visitada por un galán impertinente en ausencia de su amante, se ve obligada, por la llegada imprevista de su padre, y por la fuerza que éste le hace, á dar su mano al visitador, y siente después renacer en su pecho el antiguo amor que profesaba á su primer amante al presentarse otra vez á sus ojos.
El contralor comprendió desde luego mis dudas, y se contentó con decirme: allez, monsieur, allez. Allez, monsieur, allez, quiere decir: anda, anda, que allá dentro te arreglarán; ó bien esto otro: estoy haciendo mi vendimia; ¿no ves, majadero, que tengo un racimo en la mano? No seas impertinente, anda y déjame en paz.
Un plagio impertinente hecho a la estrategia europea, un error clásico por una parte, y una preocupación argentina, un error romántico por otra, han hecho perder del modo más vergonzoso la batalla. Ved cómo.
¡No conteste usted a esa pregunta! se apresuró a decir el presidente. Está bien expresó el defensor. ¿No es igualmente exacto que la testigo detestaba a todas las hijas de confesión del procesado, estableciendo con ellas una suerte de rivalidad? No conteste usted tampoco. Esa pregunta es tan impertinente como la otra.
Palabra del Dia
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