Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 10 de junio de 2025


¡Qué Humilladero, ni Humilladero! ya me tienes loco con tu calle. Pues no estás poco impertinente dijo el clérigo con más agitación y mucha impaciencia. Ven, hija mía, y me contarás eso del muchachuelo. El infame plan se reveló de pronto en el entendimiento de Clara con todo su horror y repugnancia. Señor repitió dígame por dónde voy. Sube, sube dijo él colocado ya en la puerta de su casa.

Y para hacer su pacotilla repuso el incorregible filósofo. Por eso os bendecimos, padre mío gritaron los otros contrabandistas a fin de ahogar aquella impertinente interrupción.

¡Cómo! ¿V. no sabe jugar al bridge? exclamó la dueña de la casa, mirándome de pies a cabeza con su impertinente... Y luego añadió, ante sus invitados: ¡Este señor no sabe jugar al bridge! Su exclamación, dicha del modo más despreciativo, produjo consternación y casi espanto. Todos me rodearon, mirándome asombrados, como a un animal extraño o un criminal terrible.

Mas si es tan buena como crees, impertinente cosa será hacer experiencia de la mesma verdad, pues, después de hecha, se ha de quedar con la estimación que primero tenía.

-Ya yo tengo noticia deste libro -dijo don Quijote-, y en verdad y en mi conciencia que pensé que ya estaba quemado y hecho polvos, por impertinente; pero su San Martín se le llegará, como a cada puerco, que las historias fingidas tanto tienen de buenas y de deleitables cuanto se llegan a la verdad o la semejanza della, y las verdaderas tanto son mejores cuanto son más verdaderas.

Vaya usted con Dios, amigo le decir con un tonillo tan impertinente que me apeteció volverme y darle una bofetada. La vista de la hermana y su encantadora charla hízome olvidar pronto aquel momentáneo disgusto, si bien no pudo apagar por completo la excitación que me había producido.

Vos no sois impertinente por eso; todos los días abro el tribunal de la penitencia á desdichados que son tan pobres que me veo obligado á recomendarlos al limosnero de su majestad. Nadie hay tan pobre como yo... dijo Montiño saliéndose de nuevo de tono. ¿Venís preparado? dijo el padre Aliaga. ¿Preparado para qué...? dijo el cocinero, que se alarmaba por todo.

El contrario repuso, que mientras los grandes historiadores no lo autorizasen, consideraba una estupidez el sostener idea tan absurda: yo expuse con sangre fría y sonrisa impertinente, las razones que tenía para opinar de esta manera.

Los millones, la Liga, la fábrica de ladrillo refractario, todo le salía de una vez a la cara, pugnando por arrojarse sobre los infelices que se le acercaban y aplastarlos. ¡Qué modo de tender la mano mirando hacia otro lado! ¡Qué voz ruda e impertinente para saludar de lejos! Imposible imaginarse una superioridad más protectora.

Lo mismo fue entrar este en el comedor que conocer en la cara impertinente de su hermano que ya sabía aquello... No le dio Nicolás tiempo a prepararse, porque de buenas a primeras le embocó de este modo: «Siéntese usted aquí, caballerito, que tenemos que hablar. Vaya, que me ha dejado frío lo que acabo de saber. Estamos bien. Con que...».

Palabra del Dia

irrascible

Otros Mirando