United States or Eswatini ? Vote for the TOP Country of the Week !


Particularmente Elena se iba poniendo nerviosa con el silencio descortés y embarazoso de su cuñado. En poco estuvo que no le interpelase bruscamente y sólo atendiendo a las señas de su marido logró contenerse. Pero no pudo menos de murmurar una de las veces: ¡Parece mentira que un hombre tan majadero haya escrito una obra tan bonita! Tristán alzó la cabeza y preguntó distraído: ¿Qué decías?

Así es que, en casi todos los idiomas antiguos y modernos, la palabra bondad, apartada de su sentido recto, significa simpleza, como dabbenaggine en italiano, euetheia en griego, bonhomie en francés, etc., etc. Pero como la virtud es y debe ser también superior a la vanagloria, el virtuoso, no sólo debe serlo aún a trueque de ser pobre, sino a trueque de pasar por un solemne majadero.

¿Al parar también? preguntó en tono de burla el conde de Onís. , señor, y a las siete y media. ¡Vaya! ¡vaya! exclamó aquél distraídamente, abriendo el abanico de cartas y examinándolo atentamente. Y siguieron jugando con empeño, absortos y silenciosos. El mayordomo les interrumpió de nuevo, diciendo: Y al julepe. ¡Bueno, Manín, cállate!... No seas majadero exclamó ásperamente D. Pedro.

Inventaba mil tormentos armándole trampas para ver si caía o no caía. Tan odioso llegó a serle aquel hombre, que al fin se dejó ella caer. Metiose adrede en la trampa, conociéndola, por gusto de jugarle una partida al muy majadero, porque así se vengaba de las muchas que le habían jugado a ella.

Por asnos os envié yo, majadero, que no por regidores; pero volved y traeldos acá, por o por no, que quiero que se hallen presentes al pronunciar desta sentencia, que ha de ser, sin embargo, y no ha de quedar por falta de asnos; que, gracias sean dadas al cielo, hartos hay en este lugar, No le tendrá vuesa merced, señor alcalde, en el cielo replicó el mozo si pasa adelante con esa reguridad.

Perales, el imitador de Calvo, saludaba con modesto ademán algo sorprendido de que se le aplaudiese en escena que no era de empeño. ¡Mire usted el pueblo! dijo un concejal de la otra bolsa, volviéndose a Foja, el ex-alcalde liberal. ¿Qué tiene el pueblo? ¡Que es un majadero! Aplaude la gran felonía de arrancar la careta a un enmascarado....

Bien suponía yo que habíais de venir por ser noche de domingo, en que tu marido no tendría quehaceres. La otra noche fué una locura lo que hicisteis, creyendo que nadie lo notaría. ¡Venir solas... dos niñas... exponiéndose a la persecución de cualquier majadero mal educado!... No todos son la crema de la cortesía.

Darwin diga en la sección de Variedades que el hombre desciende del mono? Pues que no traduzcan tales badajadas... ¡Buen mono estará ese traductor! El que se oía llamar de esta suerte, o majadero, o adoquín, se hacía el desentendido y bajaba aún más la cabeza fingiéndose enteramente embebecido en su trabajo. Pero alguno de los compañeros tosía maliciosamente y los demás se echaban a reír.

Veo que no es flojo tu trabajo. ¡Lo feo y lo bonito! Ahí es nada... ¿Te ocupas de eso?... Dime, ¿sabes leer? No, señor. Si yo no sirvo para nada. Decía esto en el tono más convincente, y el gesto de que acompañaba su firme protesta parecía añadir: «Es usted un majadero en suponer que yo sirvo para algo.» ¿No verías con gusto que tu amito recibía de Dios el don de la vista?

Mas golpe me dió esta respuesta del brama, que todo quanto primero me habia dicho; y exâminándome á propio, que efectivamente no quisiera yo ser feliz á trueque de ser un majadero. Propuse el caso á varios filósofos, y todos fuéron de mi parecer.