Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 12 de septiembre de 2025
Reina, no saldrá de aquí. Pero, señora replicó el cura que se acaloraba, os repito, que es urgente. Reina está triste, su imaginación es rápida y cavila mucho, estoy cierto que se cree enamorada del señor de Couprat. Poco me importa eso repuso mi tía, que era incapaz de comprender las razones del cura.
Adiós me dijo tendiéndome una mano es la hora de comer y mis niñas me esperan. Vuelva usted. Salí enamorado y desesperado. Enamorado porque Amparo hablaba a mi corazón, a mi voluptuosidad, a mi razón; desesperado porque nada había visto en Amparo más que una ardiente expresión de agradecimiento. Amparo parecía enamorada de un imposible.
Tú hubieras hecho lo que hubiera querido Dorotea, y como Dorotea, una vez enamorada de don Juan, debía procurar que no le prendiesen por sus heridas á don Rodrigo... ¡Ah! Has comprendido al fin, gracias á Dios y á mi paciencia.
Estuve enamorada de mi confesor cuando hice mi primera comunión...» ¡Yo charlaba y bebía...! A los postres, Chabornac se eclipsó, como quien no hace nada, dejándome con la pilluela.
Para filósofo, menospreciador del mundo y de sus pompas vanas, hubiera hecho mejor en no casarse con un pimpollo como tú. ¿Qué quieres? ¡Me amaba tanto! ¡Lástima fuera que no te amase! ¿A quién no infundirás amor? Tú, sin embargo, agradecida... No sólo agradecida..., enamorada también... Conque, ¿le amabas mucho? Y le amo todavía.
Eso es expuesto. Si está enamorada de veras, corremos dos peligros muy grandes: primero, la dificultad de separarles; y segundo, que si su pasión no es verdadera, al perder éste se arroje en brazos de otro amor. El cura no pudo contenerse. Señora, ¡cuánto sabe Vd.! Crea Vd., señor Resmilla, que para servir a Dios hay que pensar en todo. Vamos, ¿qué le parece a Vd.?
Por el asunto más baladí armaba una reyerta, se enfurecía y concluía por maltratarla. Soledad se encerraba en su cuarto, lloraba un rato y volvía al cabo á él más sumisa y más enamorada que antes. Fuerza es declarar que el guapo no solía excederse en estos castigos, como otros: ni la hería ni la dejaba casi nunca señales ó cicatrices.
Iba el vencido y asendereado don Quijote pensativo además por una parte, y muy alegre por otra. Causaba su tristeza el vencimiento; y la alegría, el considerar en la virtud de Sancho, como lo había mostrado en la resurreción de Altisidora, aunque con algún escrúpulo se persuadía a que la enamorada doncella fuese muerta de veras.
No me demostréis que el amor en vos es un devaneo; que al verme joven, hermosa, engalanada, enamorada, os olvidáis de otra mujer que es más hermosa que yo, y que si no os ama más que yo, os da á lo menos un amor más puro; hablemos como dos amigos, don Juan, y desengañáos; si yo aceptase esa promesa que me habéis hecho en un momento de embriaguez, seríais mío durante ocho días; pero á los ocho días veríais á doña Clara, porque doña Clara os buscaría, os embriagaría, con su dolor y con su amor, como ahora os embriago yo, y os iríais con ella; pero habiéndola lastimado, habiendo turbado su alma con un recuerdo que no perdería nunca.
¿Por mucho tiempo? No lo sé. Don Juan sintió posarse en sus hombros los brazos desnudos de la enamorada y oyó estas palabras, que le hicieron experimentar una indefinible confusión de miedo y de placer. ¡Juan mío, por lo que mas quieras en el mundo, no me dejes! ¿Cómo hablar, en tal momento, de intereses? ¿Qué va a ser de mí? seguía ella . No tengo miedo al porvenir.
Palabra del Dia
Otros Mirando