United States or Burundi ? Vote for the TOP Country of the Week !
Ella se quedó inerte en su asiento, y, con un gesto desesperado, exclamó: ¡Ya me lo sospechaba! Lo había adivinado hace tiempo. ¡Dios mío, qué desgraciada soy! Krilov se levantó de un salto, se acercó a ella y se puso a agitar furiosamente el puño cerrado ante su rostro, conteniendo a malas penas su deseo de golpearla.
Pero Rocafort poco acostumbrado á sufrir personas que pretendiesen detener y corregir sus desordenes respondió á Tibaldo con tanta aspereza, que le obligó á poner remedio mas violento, y desesperado de poder mantener á Rocafort en el servicio de su Príncipe, sino se le consentían sus ruindades, determinó vengarse de él, y dexar nuestra compañia.
El desgraciado se ha levantado de su banco, con el rostro rígido por una angustia indecible; de su pecho sale silbando una especie de estertor; da un salto desesperado y trepa a la mesa, y haciendo otro esfuerzo trata de huir por sobre las cabezas de sus vecinos. Es inútil; la mano de Martín lo sujeta. Quédate gruñe a su oído una voz sorda.
Pues debo confesar la verdad. Me han robado el cuadro y no puedo devolvérselo. ¡Desgraciado de Vd.! ¿Qué ha hecho? dijo el caballero. ¿Sabe Vd. que es un cuadro que vale diez mil 65 duros? ¡Pobre de mí! haga Vd. lo que quiera, pero no puedo darle el cuadro; me lo han robado. El caballero se dejó caer en una silla desesperado. Después de algunos minutos, dijo: ¿Cuánto dinero 70 puede Vd. darme?
Mi padre, desesperado por la muerte de su mujer, a la que amaba apasionadamente, no la sobrevivió más que cuatro años.
No era pura galantería ó gratitud lo que le impulsaba á ello. Había también su parte de vanidad, porque Mercedes tenía novio, y éste, que era un mancebo casi imberbe, no mal parecido, llamado Gabino, andaba celoso, desesperado, desde que viera que su novia coqueteaba con Velázquez.
Tal vez sospechas que abatido, sin fé, desesperado, sin calor en el alma, y ya deshechas mis ilusiones de ventura y gloria, busca en tí el alma herida que padece la sola realidad que el mundo ofrece.
Con tan buenos propósitos, ansioso además de ver a su Inesita, y con esperanzas de enamorarla y de traérsela al lugar, a las treinta y dos horas no cabales de haber recibido y leído la lamentable carta de su desesperado amigo, llegó Paco a esta heroica y coronada villa, y sin sacudir siquiera el polvo del camino, después de dejar la maletilla en una casa de huéspedes, y de instalarse, tomando cuarto en ella, se dirigió a la vivienda de las dos lindas hermanas.
La rechacé entonces bruscamente lejos del alféizar de la ventana y me lancé sobre las gradas superiores: había concebido un proyecto desesperado que ejecuté en el instante con la precipitación de una verdadera demencia. Como he dicho antes, la cima de las hayas y de las encinas, que se levantan en los fosos de la torre se elevan hasta el nivel de la ventana.
Unos versos italianos, escritos con mano trémula y en torcidas líneas, llamaban la atención de Rafael. Los entendía a medias, pero Leonora nunca le permitía acabar la lectura. Era un lamento amoroso, desesperado; un grito de pasión rabiosa, condenada a la soledad, revolviéndose en el aislamiento como una fiera en su jaula. Luigi Maquia.
Palabra del Dia
Otros Mirando